El presidente brasileño, Lula da Silva, recibió este martes en el palacio presidencial del Planalto al gobernador Axel Kicillof, quien llegó a la capital de Brasil para reunirse con altos funcionarios brasileños en busca de inversiones para la provincia de Buenos Aires.
El gobernador intentó plantear en suelo brasileño un contrapunto entre su relación con Lula y el vínculo conflictivo del brasileño con el presidente Javier Milei -quienes todavía no conversaron-, pero dejó el Planalto sin anuncios concretos en materia de inversión o cooperación con el país vecino.
Kicillof pasó poco más de una hora reunido Lula, quien estuvo acompañado por su ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y por el asesor especial de Asuntos Internacionales, Celso Amorim, en un “repaso de temas de interés” para los países y “apreciaciones”.
“Trajimos diferentes propuestas de inversión (…). Vemos muchísimas oportunidades y creemos que la clave para nuestros países está en la integración regional”, dijo Kicillof a periodistas luego del encuentro.
Según publica La Nación, fuentes consultadas dijeron que Kicillof entregó una “carpeta con proyectos de inversión en producción, industria, servicios, agroindustria y comercio” para que sea evaluado por funcionarios de Lula.
El gobernador bonaerense calificó el encuentro como “muy cálido” y “excelente”.
“Todos saben lo que pasa en la Argentina a nivel gobierno nacional. A mí me han dado mandato para que nos ocupemos de la producción, del empleo y eso implica estrechos vínculos con los sectores productivos de Brasil y el gobierno. Vinimos a afianzar y asegurar una puerta para la colaboración y para resultados que vamos a ir viendo con el paso del tiempo”, agregó el gobernador.
La recepción de Lula a Kicillof, que no estaba confirmada desde Buenos Aires, entró en agenda este martes. La gestión del encuentro no pasó por la embajada de la Argentina en Brasilia.
Sin nombrar a Milei, Kicillof dijo que “Brasil siempre se comportó con respeto con el presidente de la Argentina” y criticó al presidente argentino: “Hay que explicar muy bien por qué la Argentina debería no profundizar hasta donde pueda su vínculo y relación de trabajo con el pueblo brasileño”.

Por la mañana, el jefe bonaerense se había visto con Geraldo Alckmin, vicepresidente de Lula y también ministro de Desarrollo, Industria y Comercio.
Kicillof y Alckmin discutieron también “oportunidades de cooperación económica” entre Brasil y la provincia de Buenos Aires, dijeron al diario La Nación fuentes de la vicepresidencia de Brasil. Sin embargo, no se trató de “ningún proyecto específico” durante esa reunión, confiaron cerca de Alckmin.
Kicillof llegó a Brasilia con una comitiva reducida, formada por su ministro de Gobierno, Carlos Bianco; Pablo López, ministro de Economía; y Jesica Rey, ministra de Comunicación Pública.
El objetivo previsto del viaje era “avanzar en acciones de cooperación en inversiones y proyectos productivos” en la provincia, habían aclarado voceros del gobernador.
Consultado sobre si el viaje dejaba como saldo algún proyecto concreto, Kicillof se limitó a responder que su gobierno “no trabaja con promesas”. “Cuando haya algún anuncio que hacer, lo haremos”, explicó.

En su pulseada con Milei por lo que entiende como un retaceo de fondos, Kicillof acusó al presidente de castigar a los bonaerenses por no haber acompañado la Ley Bases.
Kicillof citó entre los temas abordados con Lula la “cuestión energética y petrolera”, campo en el que dijo llevarse “concretamente vinculaciones directas con los más importantes funcionarios de áreas claves”.