El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció hoy que disuelve el Parlamento de Cataluña y que convoca elecciones en la región el 21 de diciembre.

Rajoy afirmó que las autoridades de Cataluña quieren «imponer un secuestro a la mayoría de los catalanes» en una alocución tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros en Madrid, poco después de que Cataluña diera otro paso hacia la secesión al declarar su independencia.

«El gobierno ha tomado las medidas necesarias para enfrentar a los que quieren imponer un secuestro a la mayoría de los catalanes y un hurto al resto de los españoles», declaró.

El gobierno español obtuvo la autorización del Senado para aplicar una amplia batería de medidas con las que intervenir la autonomía catalana y atajar el proyecto independentista de sus actuales autoridades.

Las disposiciones se amparan en el artículo 155 de la Constitución española,nunca empleado de lleno, y ya están en vigor, al haber sido publicadas este mismo viernes en el Boletín Oficial del Estado. 

Rajoy confirmó el cese del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, del vicepresidente y de todos los consejeros del gobierno catalán.

También anunció el cese del director general de la policía autonómica (conocida como Mossos D´Esquadra), Pere Soler, y el cierre de las delegaciones del gobierno catalán en el extranjero, con la excepción de Bruselas, en Bélgica.

«Respondemos a unas decisiones que pretenden imponer un secuestro inadmisible a los catalanes y el hurto de una parte de su territorio a los españoles», dijo.

Rajoy confirmó que el consejo de ministros aprobó también la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional para que anule la resolución aprobada en la mañana del viernes en el parlamento de Cataluña, que aprobó iniciar el proceso para «constituir una República catalana como Estado independiente» de España.

Del referéndum a la peor crisis

En el último mes el gobierno español y el catalán han ido tomando decisiones que derivaron en lo que hoy es la peor crisis política que vive el país ibérico en cuatro décadas.

La situación estalló con la convocatoria a un referéndum sobre la independencia que se celebró el pasado 1 de octubre.

La votación fue declarada ilegal por el Tribunal Constitucional y los intentos de la Guardia Civil por impedir el sufragio y hacerse con las urnas produjeron escenas de violencia.

«No estamos dispuestos a que haya gente que quiera liquidar nuestra Constitución. Tranquilidad, el estado reaccionará y estaremos a la altura de las circunstancias». 
Mariano Rajoy, presidente del gobierno español.

Según cifras de las autoridades catalanas, cerca de 2,3 millones de ciudadanos (aproximadamente un 30% de la población) votaron en el referéndum, con un 90% de ellos expresándose a favor de la independencia de la Cataluña.

Fue amparado en ese mandato que el Parlamento catalán aprobó el inicio del proceso con el que quiere convertir a Cataluña en una república independiente.

La moción, aprobada con 70 votos a favor, 10 en contra y 2 en blanco (53 diputados abandonaron el recinto antes de la votación), insta al gobierno autonómico a tomar las medidas necesarias para la entrada en vigor de la llamada «Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República».

Dicha ley, aprobada por el Parlamento catalán en septiembre, fue declarada ilegal por el Tribunal Constitucional español.

Reacciones

La Unión Europea (UE), partidaria de evitar secesionismos en el bloque, aseguró que «España se mantiene como único interlocutor».

«Para la UE nada cambia», escribió en Twitter el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, agregando: «Espero que el gobierno español favorezca el uso de la razón y no de la fuerza».

El presidente del Parlamento Europeo, el italiano Antonio Tajani, aseguró también vía Twitter:

https://twitter.com/EP_President/status/923950571752652800

 

Los líderes de varios países que integran la UE (como Francia, Alemania y Reino Unido) también se expresaron en favor del gobierno de Rajoy y del respeto del orden constitucional.

A su vez, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, afirmó en un comunicado: «Cataluña es una parte integral de España, y EE.UU. apoya las medidas constitucionales del gobierno español para mantener a España fuerte y unida».

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, incitó a «buscar soluciones dentro del marco de la Constitución española».