Mientras avanza el tratamiento en el Senado del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, expresó su preocupación a su equipo, la posible aplicación de esta norma en el sistema de salud provincial.
Según publicó el diario Clarín, la mandataria de la Provincia de Buenos Aires advirtió a sus colaboradores las dificultades que, a su criterio, afrontará el sistema de salud provincial para aplicar la ley si se aprueba tal como salió de Diputados.
Es que según expuso, el proyecto tiene cuestiones complejas a la hora de su implementación.
De muy buena relación con el papa Francisco, conocida es su postura en contra de la ley, aunque de aprobarse la legislación ya manifestó que se aplicará.Una de las complicaciones que señala es por el tiempo que prevé la ley para garantizar la interrupción voluntaria del embarazo -hasta la semana 14- de cualquier mujer que así lo solicite.
De muy buena relación con el papa Francisco,
conocida es su postura en contra de la ley,
aunque de aprobarse la legislación ya manifestó
que se aplicará.
«No hay ninguna operación programada en la provincia que se haga en cinco días», expuso, en alusión al plazo que fija el proyecto para que se concrete la interrupción del embarazo, una vez que una mujer expresa su voluntad. «¿Qué pasa si una mujer viene con 14 semanas de embarazo y no podemos darle respuesta? ¿Y si el o los médicos no creen que sea factible y se oponen?», son inquietudes que la mandataria transmitió a los ministros y más cercanos colaboradores.
Su preocupación se hizo más aguda luego de que recibiera un informe que le solicitó al ministro de Salud Andrés Scarsi, que realizó un relevamiento de la situación en los hospitales bonaerenses. Esto, porque no todos los hospitales estarían preparados para hacer frente a la demanda, reflejó el informe.