Alejandro Vandenbroele, el abogado que ingresó al programa de protección de testigos e imputados protegidos, empezó a cumplir con lo que prometió: este miércoles estuvo nueve horas y media en la Fiscalía de Jorge Di Lello para empezar a contar todo lo que sabe.
Su arribo fue sorpresivo porque no se esperaba para este miércoles. Sin embargo, desde que el supuesto testaferro de Boudou se transformó en «un arrepentido» todos sus movimientos se volvieron secretos para resguardar su seguridad.
Ante Di Lello, Vandenbroele habló de las tres causas en las que está imputado: el caso Ciccone, la asociación ilícita por la que fueron detenidos Boudou y José María Núñez Carmona hace unos días, y el negocio entre la empresa The Old Fund y la provincia de Formosa. De las tres aportó documentación y contó detalles de reuniones, lugares, charlas y personajes.
El relato fue cronológico. Primero habló de la reestructuración de la deuda de Formosa, luego de Ciccone y finalmente del enriquecimiento ilícito. Y de cada una también brindó una secuencia detallada en orden cronológica. En este punto nombró a Amado Boudou, José María Núñez Carmona y Gildo Insfrán, gobernador formoseño. Además, aclaró el rol de muchas personas que intervinieron en los casos.
Una fuente que participó de la declaración afirmó: «Es verosímil que estuvo en todos los hechos que relató». Esto lo pudo constatar por los detalles minuciosos que dio. Sin embargo, ahora habrá el viernes una audiencia de homologación en la que estarán Vandenbroele, Di Lello y Lijo, el juez de la causa. Allí, el acusado deberá ratificar ante el magistrado todo lo que dijo y será tarea de Lijo verificar con otros testigos, oficios y demás medidas la veracidad de la información.
Se le hizo saber a Vandenbroele que en caso que se corrobore la información que aportó se le otorgará una reducción de la pena «de un tercio a la mitad» es condenado.
Durante las más de 10 horas que estuvo allí, al supuesto testaferro se lo notó «lúcido» aunque «saturado» por el trajín de las causas todos estos años. Por el momento no se sabrá qué dijo exactamente Vandenbroele ya que rige una clausula de confidencialidad sobre lo que declara.
Comieron pizza y empandas de carne. Estuvieron en el quinto piso de Comodoro Py, en donde la zona que corresponde a la oficina de Di Lello estuvo cerrada y custodiada por la Policía Federal y la custodia que Vandenbroele tiene por ser testigo protegido. Aunque las puertas son de vidrio, pusieron dos banners para que no se pueda ver cuando entraba y salía.