Tras intercambiar varios mensajes haciéndose pasar por su hija, el padre pactó un encuentro con el acosador. “Primero me citó en la casa y yo le dije que sí, obvio, porque lo iba matar. Me abría la puerta y lo mataba”, contó Rodríguez a un canal local de noticias.
Pero el acosador, identificado como Germán Acosta, cambió la dirección a última hora. Villa Crespo, un barrio porteño, quedó fijado como el lugar de la cita. Acosta acudió pensando que se reuniría con la menor, pero en cambió se consiguió con su progenitor, que le dio una paliza.
Además de partirle el rostro, el padre también le tomo fotos y llamó a la policía. Aunque las capturas de pantalla del chat fueron entregadas, el acosador se encuentra libre. “Yo declaré ante la Justicia, conté todo cómo fue, presenté las capturas de pantalla, lo que le mandaba a mi nena. No entiendo por qué lo dejaron suelto, una persona así no se merece estar suelto”, lamentó Rodríguez.