Un avión se estrelló este domingo en Irán y la compañía Aseman aún no confirmó si murieron las 66 personas que viajaban a bordo del aparato que cayó en una zona montañosa del centro del país, dado que los equipos de rescate no han podido confirmar el estado de los pasajeros porque todavía no han localizado los restos del aparato debido al mal tiempo y al difícil acceso.

El avión, un ATR de 25 años de antigüedad, chocó contra una montaña llamada Dena, de la cordillera Zagros, cerca de la localidad de Samirom, en el sur de la provincia central de Isfahán. Todo apunta a que el accidente estuvo causado por la climatología, en concreto por la niebla y el viento registrados en esa región.

Todo apunta a que el siniestro se produjo por las malas condiciones climáticas

“Dadas las condiciones particulares en el área, todavía no tenemos acceso al punto exacto del accidente y, por lo tanto, no podemos confirmar definitivamente la muerte de todos los pasajeros en el avión”, declaró un portavoz de la compañía.

A la zona del siniestro, las autoridades han enviado helicópteros debido a que al tratarse de una región montañosa es difícil el acceso de ambulancias, agregó Jaledí. Pero los helicópteros no podían tocar tierra en el probable lugar del siniestro por las condiciones meteorológicas y los equipos de emergencia intentaban llegar a la zona por tierra, informaron los medios oficiales.

“Va haciendo más frío y está oscureciendo y aún no hay señales del aparato”, dijo un periodista de televisión que acompaña a los servicios de rescate en una zona cubierta de nieve en torno al Monte Dena, que tiene más de 40 picos de más de 4.000 metros de altura.

«Va haciendo más frío y está oscureciendo y aún no hay señales del aparato”

El portavoz de Emergencias iraní, Moytaba Jaledí, explicó a la agencia ISNA que el aparato desapareció del radar unos 50 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Teherán con destino a la ciudad de Yasuy.