El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la retirada estadounidense del acuerdo nuclear iraní y el restablecimiento inmediato de sanciones económicas contra Teherán, una decisión condenada fuertemente por ese país y lamentada por los aliados de Washington, que intentaron salvar el pacto de 2015.

Trump afirmó que la comunidad internacional no puede «prevenir una bomba nuclear iraní bajo la estructura podrida de este acuerdo», y por ello decidió retirarse del entendimiento.

Este acuerdo, conocido por sus siglas en inglés JCPOA, fue firmado en 2015 por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China con Irán, y se refiere a mecanismos de enriquecimiento de uranio para impedir que Teherán desarrolle un arma nuclear.

En la misma jornada, todos los otros firmantes del acuerdo reafirmaron su intención de mantenerse fieles al entendimiento, pero la retirada estadounidense abre un interrogante real sobre su supervivencia como herramienta diplomática.

«Estoy anunciando que Estados Unidos se retirará del acuerdo nuclear con Irán» a Irán, dijo el mandatario en un mensaje televisado desde la Casa Blanca.

«Implementaremos sanciones económicas del más alto nivel. Cualquier nación que ayude a Irán en su búsqueda de armas nucleares también será sancionada fuertemente por Estados Unidos. No seremos rehenes de un chantaje nuclear», afirmó.

Por su parte, John Bolton, el ‘halcón’ que se desempeña como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, destacó que las sanciones que habían sido suspendidas por la firma del acuerdo de 2015 fueron restablecidas con efecto inmediato, y advirtió que es «posible» la adopción de medidas adicionales.

El Secretario de Estado, Mike Pompeo, apuntó que si bien Washington coincide con sus aliados en la necesidad de impedir el acceso de Irán a un arma nuclear, admitió que el gobierno estadounidense tiene intereses que van más allá del acuerdo nuclear.

«Nuestro esfuerzo es más amplio que apenas el acuerdo nuclear», señaló, y mencionó la «eliminación de la amenaza del programa balístico» iraní, interrupción de sus «actividades terroristas» y el «bloqueo a sus amenazantes actitudes en el Medio Oriente».

Por eso, añadió el jefe de la diplomacia estadounidense, «las sanciones están en pleno efecto» para recordarle al gobierno de Teherán «los resultados de su actividad irresponsable y maligna».

La decisión de Trump fue adoptada a pesar de los reiterados llamados a no retirarse del acuerdo que le habían sido formulados por aliados firmes como Francia, Alemania o el Reino Unido, que son firmantes de ese entendimiento

Instantes más tarde, el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, formuló un llamado urgente a todos los otros signatarios del acuerdo a que reafirmen sus obligaciones.

En una nota oficial, Guterres afirmó estar «profundamente preocupado» y pidió «a los otros participantes del JCPOA que mantengan plenamente sus respectivos compromisos».