Trabajadores del Hospital Posadas y organizaciones sociales protagonizan desde el mediodía un corte en la avenida 9 de Julio frente al Ministerio de Salud, en protesta por los despidos en ese centro de salud público, que en su mayoría afectaron a enfermeros.
«Está en riesgo la vida de los pacientes», denunció Karina Almirón, la única técnica especialista en inmunohistoquímica que tenía el hospital y que fue despedida. Por las cesantías, algunos servicios pediátricos y de tratamiento contra el cáncer quedaron desarticulados.
«Ni siquiera recibimos telegramas de despidos. El Ministerio de Modernización dice que sobran trabajadores pero mientras nos despiden a nosotros están tomando monotributistas. No es que sobramos, quieren cambiar las condiciones de trabajo», sostuvo Almirón. Según contó la trabajadora, desde bien temprano hay frente a la puerta del hospital, sobre el acceso oeste, más de cuarenta móviles policiales. “Es una intimidación. Otra vez la Gendarmería está pidiendo documentos en la entrada», detalló la técnica.
La protesta de los trabajadores de la salud, que se llevó a cabo en simultáneo con un paro de 24 horas, contó con la adhesión de otros trabajadores despedidos, como los de Cresta Roja, y partidos de izquierda, cortaron una de las manos de la 9 de Julio.
Las medidas de protesta en el Hospital comenzaron el martes pasado con el primer paro y una asamblea masiva y pública en la puerta del Posadas, de la que participaron dirigentes políticos, sindicales y de derechos humanos para exigir la reincorporación de los despedidos.
El Gobierno respondió esa protesta con un inmenso operativo de seguridad encabezado por Gendarmería para evitar que los trabajadores cortaran el acceso oeste.
La protesta de hoy contó con la participación de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la provincia de Buenos Aires (Cicop) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Pero además se sumaron a la movilización los trabajadores despedidos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), y también de las empresas Cresta Roja, Pepsico y Latam, además de dirigentes como Roberto Baradel.