Tras casi 11 horas de tensión, terminó el motín que 26 presos protagonizaban desde esta madrugada en la comisaría tercera de Merlo, provincia de Buenos Aires, donde un detenido resultó herido.

La revuelta se registró desde los primeros minutos de la jornada en la dependencia policial ubicada en Balbastro y Avenida San Martín, luego de una pelea entre varios detenidos. Según trascendió, en la comisaría habría casi 30 reclusos, cantidad que superaría la capacidad de los calabozos.

Según la versión que dieron familiares de los presos, todo habría comenzado con un conflicto entre los reclusos, cuando uno le robó el celular a otro detenido y su compañero lo identificó. Al parecer, entre seis u ocho presos atacaron al detenido, lo ataron y lo golpearon.

Otra versión indica que la revuelta había comenzado luego de que la policía ingresara un nuevo detenido. Los presos se resistieron porque no había más lugar en las celdas y a partir de allí se amotinaron para reclamar por el hacinamiento y las malas condiciones de salubridad en que están detenidos.

Un mediador llegó a la comisaría cerca de las cuatro de la mañana y junto con los agentes que se encontraban en el lugar llevaron al detenido que había sido atacado a otra celda, donde le curaron las heridas. Sin embargo, ante el intento de terminar con el conflicto, los otros presos pusieron colchones frente a la celda donde lo habían apartado y amenazaron con prender fuego.

La dependencia policial tiene celdas de cuatro por seis metros y lugar para 20 reclusos, y, tal como sucede en muchos lugares, hay una superpoblación de detenidos.

Las personas que se encuentran allí pidieron ser trasladados a un penal. «Tenemos tres rehenes. Están todos bien», confesó «Anto», uno de los reclusos del lugar. «Hace tres días que no nos dan de comer», completó.

La custodía del lugar fue reforzada con fuerzas del Grupo Especial Halcón, policías de otras dependencias y personal de bomberos local. La causa está a cargo de la UFI de turno de Morón.