En Criave, la histórica avícola de la localidad de Roque Pérez que se encontraba paralizada por falta de fondos, evalúan la reducción de la jornada laboral y de los sueldos para evitar el cierre de la planta.

La propuesta apareció tras el interés de tres firmas en usar las instalaciones para faenar pollos. Antes los turnos laborales eran dos de ocho horas y ahora serán dos de cuatro horas.

Esta oferta fue aceptada con reparos por un porcentaje importante de los trabajadores y la planta empezó a tener actividad este jueves. Por ahora, el salario será la mitad del que cobraban, aunque se respetarán las cargas sociales.

“Los que estaban a la mañana harán de 5:00 a 9:00 y los que estaban a la tarde, de 9:00 a 13:00, aproximadamente”, dijo una fuente cercana a los empleados. La promesa es que se empieza con 45 mil animales por día y en el mediano plazo se llegue a los 80 mil.

Por ahora, la firma seguirá siendo de la familia Perea, pese a que hay sospechas de vaciamiento y de un presunto robo de dinero destinado a los sueldos de los empleados. Desde el Ministerio de Agroindustria confirmaron que las negociaciones continúan porque también admiten que la resolución es parcial.


“Posibilidades hay pero hay que explicar bien lo que se consiguió porque no es lo que uno quiere”, afirmó Franco Díaz, delegado gremial, quien también participó de las esas que se realizaron en La Plata. “Igual no está nada definido”, remarcó.  Luego agregó que “Es como ponerle una curita a un enfermo del corazón pero algo es algo”.

“Acá, lo que tiene cambiar también son las condiciones macro que ahogan a la industria avícola, como la baja de retenciones al trigo y al maíz, el aumento del dólar y de las importaciones, y la caída del consumo de las clases populares”, opinó el diputado provincial César Valicenti, de Unidad Ciudadana.

Aún no se conoció cuál será la situación de los trabajadores del molino y de los choferes, como así también los del taller de reparaciones de vehículos. “Desde los jurídico también es muy complejo por eso hay que esperar”, explicó Valicenti.

El cese de actividades de Criave sería un impacto muy grande en la economía de esa ciudad, debido a que alrededor de tres mil personas dependen de la planta, lo que representa un cuarto de la población total.