A seis años de la tragedia ferroviaria de Once, sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas hicieron un homenaje en el lugar del accidente, donde renovaron su pedido de «ver tras las rejas a los culpables de la masacre».

Frente al «Memorial de los Corazones» que los allegados de las víctimas instalaron en el anden 1, Paolo Menghini, papá de Lucas Menghini Rey, dio comienzo al acto con el sonido de la sirena, la lectura de los nombres de las personas que fallecieron seis años atrás y los familiares que murieron recientemente.

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«A seis años venimos a reafirmar con la convicción de siempre que el dolor dio paso a una lucha irrenunciable para ver tras las rejas a los culpables de esta masacre», dijo María Luján Rey, mamá de Lucas, quien además señaló que “el texto que leímos fue consensuado entre todos, como el resto de las actividades que realizamos».

«Se cumplen seis años de un día que nunca debió haber existido. Una fecha que el país recuerda con tristeza, que produce una pena eterna, parte nuestra vida en dos y se replica en cada minuto que vivimos. El 22 de febrero de 2012 marca a fuego nuestra historia y la Tragedia de Once es uno de los hechos que se evocará siempre como uno de los más dolorosos», manifestó.

De Vido, el principal señalado
En su discurso, María Luján Rey recordó que en septiembre del año pasado comenzó el juicio oral al «intocable y todopoderoso» ex ministro Julio De Vido por sus presuntas responsabilidades en el hecho. «Habían pasado cinco años, siete meses y cinco dìas desde que la corrupción generada desde su área había causado el mayor desastre ferroviario de los últimos 60 años», indicó.

«Al finalizar la primera audiencia nos miró desafiantes. Detrás del vidrio nuestra inquebrantable pedido de justicia se hizo otra vez presente. Fue él el que tuvo que bajar la mirada», dijo y recordó que el titular de Planificación está ya sin los fueros de diputado y preso en el penal de Marcos Paz por el supuesto desvío de fondos públicos en el Yacimiento Carbonífero Río Turbio «pero no por la masacre de los 52 inocentes».

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María Luján Rey enumeró que De Vido, entonces encargado del área de Transporte, era el responsable de aprobar los servicios que prestaba TBA, concesionario del Sarmiento, además de fiscalizarlo, controlar el cumplimiento de las inversiones y la seguridad, certificar el avance de obras «pero por sobre todo tenía la facultdad de quitarle la concesión y no lo hizo pese a las multas, quejas y los accidentes anteriores».
«Pero sus amigos los hermanos Cirigliano (dueños de TBA) le regalaban fuentes de planta en las fiestas de sus empresas y fueron los principales beneficiarios de su inacción,  mientras los trabajadores y los usuarios se cansaron de avisar que se avecinaba un Cromañón ferroviario». añadió.

A las 14:30, un grupo de familiares se entrevistará con el presidente Macri en la Casa de Gobierno.


Las condenas por la Tragedia de Once
En diciembre de 2015 el Tribunal Oral Federal número 2 dictó penas de 8 años de prisión a Pablo Schiavi, secretario de Transporte al momento de la tragedia; 6 años para su antecesor, Ricardo Jaime; 9 años para el empresario Sergio Cirigliano y 3 años y medio para el maquinista del tren, Marcos Córdoba.
Las mayores condenas cayeron sobre Schiavi y Cirigliano, ex concesionario de Trenes de Buenos Aires, por los delitos de administración fraudulenta en perjuicio del Estado nacional y estrago culposo, por el pago de subsidios estatales y la simultánea falta de mantenimiento de las formaciones del Sarmiento.
El Tribunal dio por probado que existió una relación causa efecto entre ambos hechos, los que desembocó en la fatal colisión contra el andén de Once.
También recibió una condena Jaime, a quien el tribunal aplicó una pena unificada con dos anteriores, pero sólo lo consideró responsable por el mal uso de los subsidios que pagaba el Estado a la prestataria y no por el estrago culposo.
El maquinista Córdoba, para quien dos de las querellas habían pedido la absolución, recibió una sentencia de tres años y seis meses de prisión y siete de inhabilitación para conducir, ya que se dio por probado que no frenó a tiempo para impedir la embestida de la formación contra los paragolpes del andén.