Mientras Lionel Messi espera ansioso saber quiénes serán sus rivales en el Mundial de Rusia, la Justicia pidió la captura de un hermano suyo que ayer denunció haber sufrido lesiones al chocar en su lancha contra un banco de arena en el río Paraná, aunque luego la policía encontró un arma en esa embarcación.
Ayer, Matías Horacio Messi (35) llegó ensangrentado en una lancha al club de pescadores de Fighiera, localidad ubicada a unos 35 kilómetros al sur de Rosario. Allí, le dijo a un vigilador privado que “chocó con un barco de arena y se cortó la cara”, aseguraron fuentes del caso.
Según los voceros, el joven se retiró por sus propios medios a su domicilio en un country de la localidad de General Lagos. Más tarde, personal de la subcomisaría 11ª de Fighiera revisó la embarcación, donde observó “manchas de sangre en todo el bote”. Además, habrían encontrado un arma de guerra que les llamó la atención, pero de la que no se brindaron detalles.
El fiscal rosarino José Luis Caterina ordenó a los policías ir al domicilio de Matías Messi para que preste declaración a los efectos de determinar si ocurrió lo que había dicho en un primer momento y establecer si no había más personas en la lancha. Pero la policía no lo encontró en su casa. Por eso, la Justicia resolvió ayer librar una orden de arresto por portación indebida de arma de guerra.
Según las mismas fuentes, la embarcación en la que navegaba el hermano del capitán del seleccionado argentino tiene un motor Mercury 115 pero no posee patente porque «no está transferida».
El 26 de agosto el mismo joven había protagonizado un siniestro vial en la ruta 21, a la altura de la localidad santafesina de Pueblo Esther. Ese sábado por la mañana Matías chocó su automóvil marca Audi contra un camión repartidor y sufrió lesiones leves.