El Gobierno consiguió esta mañana, después de 17 horas de debate legislativo, enfrentamientos frente al Congreso y cacerolazos durante la madrugada, la sanción en Diputados de la polémica reforma previsional, con 128 votos a favor, 116 en contra y dos abstenciones.

La reforma previsional fue sancionada con el voto de 107 diputados del bloque oficialista de Cambiemos, que con el tratamiento del primer punto del temario del día -la jura de diputados que deben reemplazar a otros salientes- consiguió sumar dos legisladores: la santafesina Astrid Hummel y el porteño Jorge Enriquez.

Fue clave, además, el apoyo de Argentina Federal, el interbloque del peronismo “dialoguista” que responde a los gobernadores y acompañaron al Gobierno tanto para conseguir el quórum como en la sanción de la Ley. Esa alianza se había sellado ayer con la foto que los gobernadores se sacaron con Marcos Peña, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, poco antes de que arrancara la sesión, en señal de respaldo a la reforma previsional.

No obstante, el dialoguista Diego Bossio mostró su resistencia al proyecto. “Que una ley como la de movilidad esté tan enraizada en toda la sociedad significa que es buena para la gente. Nunca fue cuestionada esta ley”, dijo el ex titular de la Anses y diputado de Argentina Federal que responde mayoritariamente a los gobernadores peronistas.

La nueva Ley modifica la fórmula con la que se calcula el aumento de jubilaciones y otros beneficios sociales, como la asignación universal por hijo y pensiones de veteranos de Malvinas. Su sanción destrabó el tratamiento de los proyectos económicos pendientes. Sobre todo el Consenso Fiscal y la Responsabilidad Fiscal acordada como parte de ese paquete entre la Casa Rosada y 23 gobernadores.

La sesión especial para tratar este paquete de leyes estaba prevista para las 14 de ayer y, minutos después, Cambiemos logró el quórum con 130 diputados sentados en sus bancas. Pero, a raíz de los graves incidentes fuera del Congreso, pasadas las 15 el Frente Para la Victoria reclamó un cuarto intermedio hasta que cesara el enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.

El cuarto intermedio se extendió durante alrededor de media hora, tras lo cual Emilio Monzó, presidente de la Cámara, intentó reiniciar el debate. No obstante, diversos legisladores de la oposición pidieron cuestiones de privilegio para solicitar que se levante la sesión por la represión en la calle, aunque ninguna de ellas tuvo éxito.

Las intervenciones de los diputados que tomaban la palabra eran calientes. Graciela Camaño, jefa del bloque massista, fustigó que «los buenos no les roban a los jubilados, a los pensionados, a los combatientes de Malvinas, a las mujeres que tienen la AUH».

Y la kirchnerista rionegrina Maria Emilia Soria les dedicó una mención subida de tono a los gobernadores que habían suscripto el pacto con el gobierno: «Esos gobernadores (que facilitaron el quórum) no son peronistas,son prostitutas de Macri. Vinieron a cambiar sus votos a cambio de que Macri no les incendie las provincias. Eso es coerción».

María Emilia Soria: Los gobernadores son prostitutas de Macri

Finalmente el debate de la iniciativa que modifica la fórmula jubilatoria se inició ayer a las 19.06, con un extenso discurso de Eduardo Amadeo, leído entre insultos. Luego, los diputados de los diversos bloques comenzaron a expresar sus posturas a favor y en contra del proyecto oficial. Y la extensión de la lista de oradores hizo que la votación ocurriera recién esta mañana.

Cierre del debate

«Inventaron este caramelito que le llaman bono, la verdad que no resuelve nada», aseguró en el cierre del debate del proyecto, cuando ya había amanecido, el jefe de la bancada del Frente para Victoria, Agustín Rossi.

«No compensa para nada lo que van a perder los jubilados a partir de esta reforma. Está claro que perjudica a los jubilados porque necesitan los 100 mil millones de pesos que quieren recaudar». E instó a «no votar un proyecto que entrega a los jubilados». Y que «ha despertado la reacción del conjunto de la sociedad argentina». «Va a empezar una resistencia pacífica. Imagine que si hoy hubo cacerolas, mañana van a haber más cacerolas. Todos sabemos cómo evolucionan estos procesos en la sociedad argentina«, aseguró Rossi cuando se cumplían 12 horas de debate en la Cámara baja.

A su turno, el radical Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos, fue muy breve: «La oposición responsable no reparte fósforos donde se anda con nafta. Señor presidente, mande votar». El tablero marcó el triunfo ajustado pero sin riesgos que Cambiemos esperaba y había negociado con el interbloque peronista que votó dividido.

Las claves de la reforma previsional:

  • El proyecto propone cambiar la forma en que se ajustan los haberes jubilatorios. Éstos se definirán un 70% de acuerdo a la inflación de dos trimestres anteriores y un 30% al crecimiento de los salarios registrados (RIPTE), tal como lo recomiendan el FMI y la OCDE.
  • Si la misma fórmula se hubiese aplicado desde 2009, el haber mínimo sería hoy de $5.703 en lugar del ya bajo $7.246 actual. Una pérdida neta de 21%.
  • Al modificar la fórmula jubilatoria el gobierno planea ahorrarse unos $100.000 millones anuales. Exactamente lo mismo que transferirá a las patronales si se aprueba la rebaja de contribuciones patronales incorporada a la reforma tributaria. Es decir, se desfinancia al sistema previsional para engrosar las ganancias y eso lo pagan los jubilados.
  • El proyecto prevé además una «garantía» de haber mínimo para todos aquellos trabajadores que hayan aportado al menos 30 años, de un monto equivalente al 82% del Salario Mínimo Vital y Móvil. Pero ese monto no tiene relación con el reclamo histórico del 82% móvil del salario en actividad, y significa una jubilación de $7.265, sólo $20 más que la mínima actual de $7.245.
  • Para todos los asalariados privados (bajo ley de contrato de trabajo), se extiende la «posibilidad» de trabajar hasta los 70 años. Pero esta extensión le costaría casi gratis al empleador, mientras que disminuye categóricamente el costo de la indemnización.
  • Esto es así ya que el empleador no deberá abonar contribuciones patronales, sólo la obra social y el seguro de Riesgos de Trabajo durante la edad extendida. Así también, para la indemnización sólo contarán los años a partir del momento en que se jubiló, y no la antigüedad del trabajador en el puesto.
  • En el caso de los trabajadores del sector público, como no estarán bajo la «opción» de extender la edad, el gobierno prevé realizar recortes de gastos promoviendo el retiro del personal y las jubilaciones anticipadas.