Una familia integrada por una pareja con dos hijos chicos y dueña de su vivienda en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, necesitó en diciembre $ 16.847,24 para poder comprar los bienes y contratar los servicios indispensables que integran la Canasta Básica Total (CBT). Se trata del límite que determina la línea de pobreza en la ciudad, informó ayer la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno porteño.

Por su parte, el mismo grupo familiar necesitó alcanzar los $ 8.108,98 para adquirir al menos los alimentos necesarios para completar la Canasta Básica Alimentaria (CBA), de modo de no caer debajo de la línea de indigencia.

Para el caso de un hogar integrado por una pareja de adultos mayores, ambos económicamente inactivos y propietarios de la vivienda, el monto para no caer en la pobreza el mes pasado fue de $ 8372,15, mientras que la línea de indigencia se ubicó en $ 4094,37.

Claramente, se advierte un impacto del incremento de tarifas de servicios públicos en el último mes del año. Mientras la Canasta Básica Total, que incluye servicios, se incrementó 1,74%, la línea de indigencia retrocedió 0,26%.

En el acumulado de todo el año la CBA registró un aumento del 20,15%, mientras que la Canasta Básica Total subió 23,48%. Cabe destacar que las dos canastas tuvieron incrementos por debajo de la inflación, cercana al 25% que se registró en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.

Por su parte, para alcanzar la Canasta Total, que define la situación de hogares de sector medio aunque frágiles, llegó en diciembre pasado a $ 21.525,89 para una pareja con dos hijos chicos, propietaria de su vivienda, mientras que un año antes, en diciembre de 2016 el valor trepaba a $ 17.435,60, un 23,46% menos.

Los datos de la Ciudad Autónoma de Buenos permiten, de alguna manera adelantar el mapa de pobreza e indigencia en las grandes ciudades. El último relevamiento de pobreza que realizó el Indec corresponde al primer semestre de 2017.