A 20 días de la firma de un nuevo convenio entre PAMI y los laboratorios medicinales para la compra y provisión de medicamentos a 5 millones de afiliados, las entidades que nuclean a las farmacias de todo el país advirtieron que la continuidad de la provisión de medicamentos a los jubilados está “en riesgo” por la incertidumbre de las negociaciones, como también “la continuidad de miles de fuentes de trabajo” en el sector farmacéutico a raíz del “aumento salvaje” del impuesto a los Ingresos Brutos en la mayor parte de las provincias.

En un documento que suscriben la Confederación Farmacéutica Argentina, la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales, los farmacéuticos sostienen que “bajo el manto de una promesa” de reducir el precio de los medicamentos a los jubilados “todavía no se conoce a cuáles medicamentos tendrá acceso el jubilado a partir de abril”, ni “se conocen las condiciones que se les plantean a las farmacias para seguir atendiendo el convenio y, por ende, cuáles farmacias seguirán atendiendo”.

Las cámaras de farmacias vienen sosteniendo reuniones con autoridades del PAMI, de la vicejefatura de Gabinete y con miembros de la industria farmacéutica, de cara a la finalización del convenio el próximo 31 de marzo, y la firma del nuevo acuerdo para garantizar durante 2018 la continuidad en la provisión de medicamentos a los afiliados del PAMI en todo el territorio nacional.

El documento lleva la firma de Isabel Reinoso por COFA, Miguel Lombardo de FACAF y Carlos Villagra de AFMSRA

Acerca de esas negociaciones, denunciaron que “se está preparando la escena para la irrupción plena y masiva en el convenio de los intereses económicos más poderosos y concentrados del sector”, mientras que las farmacias soportan “un aumento salvaje del impuesto a los Ingresos Brutos en la mayor parte de las provincias, hecho que pone en riesgo de manera directa la continuidad de miles de fuentes de trabajo”.

Con la firma de Isabel Reinoso por COFA, Miguel Lombardo de FACAF y Carlos Villagra de AFMSRA, el documento hace hincapié en que la promesa anunciada por el gobierno, en su disputa con los laboratorios, de bajar el precio de los medicamentos, no contempla “de qué manera se evitará sumergir a la mayoría de las farmacias en una crisis terminal”, ya que “las farmacias no somos formadoras de precios y no tenemos la facultad que tiene el resto de la economía minorista argentina de trasladar el aumento de los costos al precio de venta”.

Concretamente, la incertidumbre que plantea esa coyuntura al sector farmacéutico es “quién se hará cargo de la diferencia” si, a partir del mes que viene, tienen que dispensar medicamentos a un precio menor al que hoy lo compran. “¿O acaso las farmacias deben dejar de comprar medicamentos hasta que la situación se defina poniendo en riesgo la normal provisión de medicinas a la totalidad de la población?”, se preguntan en el documento, en el que también exigen al Gobierno “respuestas concretas y claridad en las soluciones”.