La aparición de los tipos 16 y 18 del Virus del Papiloma Humano (VPH), principales causantes de cáncer cervicouterino, fue “hasta 10 veces menor en adolescentes vacunadas que en aquellas que no“, según los resultados presentados durante el lanzamiento de la campaña “No miremos para otro lado”.

Se trata de una iniciativa impulsada por 12 sociedades científicas e instituciones médicas del país para prevenir las infecciones por VPH, virus presente en ocho de cada diez personas y responsable de cinco muertes diarias por cáncer cervicouterino.

Además de ser gratuita y obligatoria para niñas y niños de 11 años, personas que viven con VIH o que fueron trasplantadas, la vacuna está también disponible para el resto de la población, que a partir de los 14 años debe aplicarse tres dosis.

“Hoy tenemos herramientas de prevención primaria, como la vacunación, y secundaria, como el papanicolaou y otros tests que permiten detectar el virus y cualquier tipo de lesión en forma temprana”, explicó María Alejandra Picconi, jefa del Laboratorio de Referencia del PapilomaVirus de la OPS/OMS, que funciona en el Instituto Malbrán.

La especialista adelantó los resultados preliminares de una investigación realizada por el Malbrán junto a otros seis hospitales públicos, cuyo objetivo era evaluar el impacto de la vacuna contra el VPH, incluida en el calendario oficial.

“Se realizó un análisis comparativo entre la circulación viral en unas 1.000 adolescentes de 15 y 16 años en 2014 y 2015 que no habían sido vacunadas y otro grupo de la misma edad entre 2017 y 2018 que sí se había vacunado”, comentó.

Y continuó: “Encontramos una reducción de hasta 10 veces de los genotipos 16 y 18, causantes de cáncer de cuello de útero, en las adolescentes que habían recibido la dosis”.
“Se trata de una reducción potente y marcada”, destacó.

Aunque ya existe evidencia científica sobre la efectividad y seguridad de la vacuna contra el VPH, los expositores enfatizaron “la importancia de tener datos nacionales”.

“Los menores de 14 años reciben sólo dos dosis: tenemos una adherencia del 83% ciento en la primera, pero en la segunda cae al 50%, y sabemos que completar el esquema es central para que el efecto sea duradero”, dijo por su parte la doctora Ángela Gentile, de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

“Si bien el cáncer cervicouterino es el más frecuente de los ocasionados por el VPH, existen otros como el anal, de vulva, de pene, cabeza y cuello, cuya sumatoria de casos nuevos por año en el país suma alrededor de 4.000”, agregó Matías Chacón, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).

Por su parte Silvio Tatti, jefe de la División de Ginecología del Hospital de Clínicas, explicó que el VPH “es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en hombres y mujeres en Argentina”.

“El 13% de las mayores de 30 años está infectada por subtipos de alto riesgo prevenibles mediante la vacunación, por lo que es vital generar conciencia de que es un cáncer que se puede prevenir”, enfatizó.

En tanto Romina Mauas, de la Fundación Helios, y Leandro Cahn, de Huésped, destacaron la importancia de la “difusión de todas las enfermedades de transmisión sexual, la reafirmación del uso del preservativo como método preventivo y la necesidad de educación sexual integral en ámbito escolar, tal como establece la ley.