Una multitud se concentró este martes frente al Congreso para pedir justicia por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado hace un mes por un grupo de rugbiers en Villa Gesell: «Quiero que paguen por lo que le hicieron», dijo la madre de la víctima.

«Lo que le hicieron a mi hijo es terrible. Lo mataron a traición. Un chico que amaba la vida y quería ayudar a todo el mundo. Fernando ahora nos dará la luz necesaria para tener fuerza y luchar para que paguen lo que le hicieron a mi hijo», dijo Graciela Sosa, madre de Fernando, ante miles de personas.

«Se nos vino todo abajo, mi casa está vacía cuando me levanto. Tengo su cama tendida y sé que no volverá», expresó Sosa, muy emocionada. Silvino, padre de Fernando, y Julieta, su novia, también se hicieron presentes en el acto.

Fue justamente el padre de Fernando quien pidió rezar un «Ave María» frente al micrófono, mientras al mismo tiempo con sus brazos sostenía a su mujer, que le costaba mantenerse de pie.

El abogado ​de la familia, Fernando Burlando, llegó acompañado por su equipo de profesionales y brindó algunas palabras sobre la situación judicial: «Avanzamos muchísimo. Tenemos buenas perspectiva hacia al futuro, estamos preparados ya para un futuro debate».

En las últimas horas el letrado presentó ante la fiscal del caso una foto que involucraría a un rugbier número 11 en el asesinato. «La fiscalía tiene que investigar de quién se trata», aseguró el letrado cuando brindó los detalles de la prueba.

En la manifestación ​estuvieron familiares de víctimas de otros casos emblemáticos. Matías Bagnato, único sobreviviente de la llamada Masacre de Flores, y Juan Carlos Blumberg, padre de Axel, secuestrado y asesinado en 2004, fueron los más destacados.

En paralelo, en la ciudad de Villa Gesell también marchó en reclamo de justicia y realizó una misa en memoria de Fernando, donde se leyó una carta del papa Francisco.«Quiero asegurarte mi compañía espiritual en este día. Yo también celebraré la Eucaristía por Fernando y sus padres», escribió el Sumo Pontífice.

Cientos de vecinos se reunieron en la puerta del boliche Le Brique para acompañar, a la distancia, la marcha que encabezaban los padres de Fernando frente al Congreso, en Buenos Aires.