En la segunda audiencia del juicio a “la banda de los copitos” por el intento de asesinato a Cristina Kirchner, Nicolás Carrizo pidió perdón a la expresidenta y aseguró que «jamás mataría a una persona», mientras que Brenda Uliarte, la exnovia de Fernando Sabag Montiel, comenzó a declarar y luego se arrepintió.
Uliarte se presentó a declarar en el Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6), pero en el estrado dijo que se sentía mal y se retiró, mientras que Nicolás Carrizo se quebró a poco de empezar cuando recordó a la muerte de su padre.
Se trata de dos de los detenidos en la causa que investiga el ataque contra la ex vicepresidenta en la puerta de su casa en Recoleta, cuando le gatillaron un arma a pocos centímetros de su cabeza el 1° de septiembre de 2022.
Brenda Elizabeth Uliarte, que fue pareja de Sabag Montiel, se sentó a declarar minutos después de las 10 de la mañana ante el jurado y respondió apenas un puñado de preguntas. Allí llegó a negar haber sido “partícipe y encubridora del ataque” y luego adujo sentirse mal y pidió suspender su declaración.
Después fue el turno de Nicolás Gabriel Carrizo, conocido como el jefe de “la banda de los Copitos”. “Estaba esperando un montón para hablar con ustedes, no tienen idea cuánto. De alguna forma pensé que esto iba a resolverse antes y nunca llegaba el día. Por fin llegó el día y puedo dar mi versión”, comenzó y anticipó así que buscaría desligarse del hecho durante su testimonio.
Luego habló de la muerte de su padre y contó que quedó al cuidado de su hermano. Dijo que todos le dijeron que lo iban a apoyar, pero que no recibió ninguna ayuda y se quedó solo. En ese momento, que a diferencia de la declaración de Uliarte se transmitió en vivo por YouTube, se quebró y dejó de declarar durante algunos minutos.
Sobre el llamado posterior a Brenda Uliarte, afirmó que lo hicieron porque querían «chusmear» sobre el hecho. «Dijimos ‘vamos a chusmear qué onda’, lo primero que se nos vio a la cabeza fue llamar a Brenda. Intentaban todos y terminó atendiendo mi teléfono. Le decimos ‘che, te tenemos que decir algo, pasó algo terrible’. ‘Ya sé, ya sé, no lo puedo cree yo tampoco’, dijo ella… La llamamos de chusma para saber qué pasaba», dijo en su declaración. Además aseguró que Brenda le dijo que hacía dos días que no veía a Sabag Montiel y que estaba en la casa de una amiga.

En su relato, contó que Uliarte tenía muchas amenazas en su celular y que por eso se ofreció junto a otros amigos a acompañarla en la entrevista que dio en Telefé, poco antes de su detención. Pero luego la relación se cortó, porque -siempre según sus dichos- descubrió que le estaba mintiendo. «Todo el tiempo ella me mintió, siempre pasó del lado de que necesito esto… ellos dos saben. No los conocía y ya les dí trabajo. Yo tuve una buena intención con ellos», dijo.
El juicio está previsto que se desarrolle con una audiencia semanal de cuatro horas de duración en los tribunales de Comodoro Py. Se aceptó un listado de 230 testigos entre los cuales se había pedido que sea citada la ex presidenta y vicepresidenta.
Los mensajes posteriores al atentado que comprometen a Carrizo
Carrizo le dedicó varios minutos a intentar explicar el por qué de los mensajes en los que daba cuenta de su vinculación en el atentado. «Cuando pasó lo del atentado y entre que estábamos mirando la tele, abrí el celular y empezaron a salir muchos memes y cosas que se tiran para el chiste. Yo me prendí de eso», señaló. Y en esa línea precisó que le mandó mensajes a familiares y hasta una prima «ultrakirchnerista».
«Todo siempre fue chiste, nunca me lo tomé con la seriedad que tenía que ser y hace un año y nueve meses me castigo por eso, porque todo lo que dije nunca fue cierto, fue en joda, era nada más joder con el tema, boludear, pelotudear, nunca realmente me lo tomé en serio», se justificó Carrizo.
Y agregó: «Hice múltiples mensajes así. Mi prima es ultrakirchnerista, le hice una broma también a ella porque quería caerle mal, que ella explote y se crea la situación. En un momento dado, Sergio me dijo, ‘no sea cosa que te metas en problema’… Yo jamás me vi metido en todo este quilombo«.

El momento más enfático de su exposición fue cuando aseguró que cometió «dos errores»: «Los mensajes y ayudarla a ella (Uliarte)», sostuvo antes de insistir que no tiene «nada en contra de Cristina» y que «jamás mataría a una persona».
«Es una locura. Ni loco me voy a meter en algo así», remarcó para enseguida insistir con la idea de que fue todo parte de «un chiste».
Insistió Carrizo que no estuvo involucrado en el atentado. «Nunca supe lo qué iba a hacer él, no sabía ni siquiera dónde estaba ella. Todos los mensajes fueron joda porque fueron después. Yo jamás crucé un mensaje planificando nada, lo juro por dios«, dijo.
También se quejó de que la Justicia no tomó en cuenta ninguna de las cosas que, según él, lo «desvinculaban del caso».
«Las cosas que a mí me desvinculaban del caso nunca las tomaron en cuenta, siempre fue sobre los mensajes, pero lo que declaré nunca me creyeron. Yo constantemente lo pienso y digo, si pudiera volver el tiempo atrás, ni siquiera la hubiera ayudado a ella», sostuvo.

Carrizo contó que le pidió a su abogado que pida que lo sometan a un detector de mentiras: «Le dije, por qué no me ponen el aparato ese para ver si digo la verdad. Háganlo», reclamó.
En el final de su exposición mencionó por segunda vez a Cristina Kirchner. Fue para pedirle perdón e insistir que no tuvo nada que ver con el intento de asesinato.
«Quiero pedir perdón si alguna vez ofendí a la señora Kirchner, porque era totalmente ajena a mi y nunca tuve un contacto o algo. Uno a veces se da en redes o en chat a hablar de quien sea pero nunca imaginé que iba a terminar involucrado en esto», cerró.