La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) oficializó este jueves la definición de un anticipo extraordinario de Ganancias a grandes contribuyentes para financiar los dos refuerzos de ingresos por $ 47.000 que en octubre y noviembre recibirán trabajadores informales.

A través de la Resolución General 5424/2023 publicada en el Boletín Oficial, la norma establece un pago a cuenta del impuesto a las Ganancias a cargo de entidades de intermediación financiera y servicios de seguro, excepto las registradas como obras sociales o proveedores de servicios de pago ante el Banco Central, que “en la declaración jurada del período fiscal 2022 ó 2023, hayan informado un resultado impositivo que sea igual o superior a $ 600 millones, sin aplicar la deducción de los quebrantos impositivos de ejercicios anteriores”.

Además, precisa que “el monto del pago a cuenta se determinará aplicando la alícuota del 15% sobre el resultado impositivo -sin aplicar la deducción de los quebrantos impositivos de ejercicios anteriores – del período fiscal inmediato anterior a aquel al que corresponderá imputar el pago a cuenta”.

La normativa puntualiza que el pago a cuenta será abonado en tres cuotas iguales y consecutivas. Para cierres de ejercicio entre agosto de 2022 y abril de 2023, las cuotas se pagarán el 23 de octubre, el 22 de noviembre y el 22 de diciembre próximos.

Si cerraron en mayo último, se abonarán el 22 de noviembre y el 22 de diciembre próximos, y el 22 de enero de 2024. Si el cierre fue en junio, las fechas serán 22 de diciembre de este año, 22 de enero y 22 de febrero del próximo; y para cierres de julio último, los pagos deberán realizarse el 22 de enero, el 22 de febrero y el 22 de marzo de 2024.

Según había expresado el ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa, dicho universo de contribuyentes fue “elegido” para hacer este aporte y evitar que el “refuerzo de ingresos” de $47.000 por pagarse a mitad de octubre y noviembre (es decir, $94.000 en total) “termine afectando las cuentas públicas”, que ya son ampliamente deficitarias. Serán las empresas “que fueron grandes ganadoras de la devaluación impuesta por el FMI” -y convalidada por el Gobierno tras las últimas PASO- las que tendrán que proveer los recursos.