La utilización de la capacidad instalada en la industria argentina fue del 46,4% en mayo y marcó una caída de 15,6% interanual, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

En el cotejo mensual, mayo mostró una mejora de más de 4 puntos frente abril pasado, cuando el uso de la capacidad instalada fabril fue de 42% y funcionaron a pleno las medidas de aislamiento social para morigerar el avance del Covid 19, informó el organismo.

Estas variaciones tuvieron su correlato con el nivel de actividad de la industria en mayo, cuando registró una caída de 26,4% en relación con igual mes del año pasado y se recuperó 9% en comparación con abril

El informe del Indec, que abarcó a un total de 1.700 establecimientos manufactureros relevados en medio de las restricciones impuestas por la Covid-19, precisó que duante el quinto mes de 2020 solo el 38,6% de las industrias pudo operar con normalidad, mientras que el 50,3% tuvo una actividad parcial y el 11,1% permaneció cerrado.

Según indicó el Indec, “las principales incidencias positivas que explican la recuperación de la utilización de las plantas productivas en mayo respecto de abril, se observan en la metalmecánica excluida la industria automotriz, las industrias metálicas básicas, la refinación del petróleo, los productos minerales no metálicos y los productos del tabaco.

En 2020, el uso de la capacidad instalada había comenzado en el 56,1% en enero, lo que representaba un nivel similar a 2019. Sin embargo, el registro cayó al 51,6% en marzo, cuando se sintió parcialmente el impacto de la cuarentena, y al 42% en abril, cuando sus efectos fueron plenos y solo funcionaron las fábricas dedicadas a productos esenciales.

De acuerdo a los registros del Indec, la industria automotriz registró apenas un uso del 6,2% de su capacidad instalada, mientras que toda la cadena metalmecánica también sufrió un duro traspié, con un uso de apenas del 31,7% de sus maquinarias. En tanto, la industria textil (que además sufrió una importante caída en las ventas) solo trabajó al 17,8% de su capacidad, mientras que la industria del caucho y el plástico lo hizo al 36,4%.

Por el contrario, las que mayor utilización de sus capacidades hicieron fueron la industria papelera (65%), las químicas (63%) y los productos del tabaco (62,2%). Los productos alimenticios, que tenían autorización de apertura por ser esenciales, funcionaron al 57%.