Justo dos semanas después de hacer público que el rey Juan Carlos se trasladaba fuera de España, la Zarzuela comunicó este lunes que, desde el día 3 de agosto, se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos, sin especificar el lugar exacto, aunque desde el viernes de la semana pasada se le situaba en Abu Dabhi, en cuyo aeropuerto fue captado ese día descendiendo de un avión privado en el que había viajado desde Vigo.

Las especulaciones sobre el paradero del padre del Rey se multiplicaron desde el mismo momento en el que se conoció su partida de España, ya que en un intento de borrar el rastro fue el propio entorno privado del rey emérito desde donde se ofrecieron varios destinos como República Dominicana y Portugal. Pistas falsas que no hicieron más que alargar la polémica y echar al traste la estrategia conjunta de Gobierno y Zarzuela para apartar al rey Juan Carlos de la figura y funciones del rey Felipe.

Fue el en el diario Abc, donde el viernes 7 de agosto se publicó la hoja de ruta de un avión privado que, con base en París, se dirigió a Vigo y de allí a Abu Dabi. Al día siguiente, el portal de noticias Nius, perteneciente a Mediaset, publicó una fotografía tomada en el aeropuerto de la capital de Emiratos, en la que se veía al rey Juan Carlos descender de un avión privado.

Desde ese día, se instó a la Zarzuela a aclarar el destino del anterior rey pero la respuesta fue que sería el propio Juan Carlos de Borbón quien haría público su destino cuando lo considerara oportuno.

 

 

Tampoco el presidente del Gobierno quiso pronunciarse sobre la cuestión. No lo hizo el 4 de agosto cuando, tras la partida del padre del Rey, se le interrogó en su comparecencia tras el Consejo de Ministros, ni lo hizo el pasado día 12 cuando acudió a Marivent para despachar con el Rey.

Tanto la Zarzuela, como el Gobierno, han sido conscientes del desgaste que ha supuesto, con las consiguientes críticas a la falta de transparencia, el no comunicar el paradero del rey emérito, dato que conocían perfectamente.

Desde el primer momento se respetó el pacto con el rey Juan Carlos de que sería él quien lo comunicaría y así ha sido hasta esta misma mañana,

A pesar del intenso calor que se vive en la zona y de la poca idoneidad de un escenario del que surgen algunas de las sospechas sobre donaciones y movimientos de dinero no declarado, el Rey ha optado por protegerse bajo la alas de uno de sus mejores amigos, el jeque Mohamed bin Zayed, de 59 años, actual príncipe heredero de Abu Dabhi y, de facto hombre fuerte del emirato, ya que su hermano, el actual emir de Abu Dabi y presidente de Emiratos, el jeque Jalifa bin Zayed, de 71, sufrió un derrame cerebral en 2014.

Mohamed bin Zayed ha sido el anfitrión del rey Juan Carlos en los últimos años en todas la ocasiones en las que se ha desplazado a Abu Dabhi para asistir a las pruebas del campeonato de Formula Uno. El año pasado, Juan Carlos lo hizo acompañado por la infanta Cristina.