El Papa pidió hoy que lo acompañen «con la oración» en el viaje que emprenderá este lunes a Chile y Perú, mientras que el flujo de argentinos hacia el país trasandino se profundizó este fin de semana en el marco de la visita de Francisco y del recambio de quincena,
Exodo argentino
Según las estimaciones oficiales, se espera que alrededor de un millón de argentinos utilicen los pasos fronterizos para arribar al vecino país.
Ante ese aluvión, el Gobierno reforzó la cantidad de inspectores de control migratorio y nuevos puntos de atención en los puestos fronterizos, así como dispuso la atención de camiones fábrica en Mendoza para las personas que necesiten tramitar el DNI y obtenerlo en el día.
En el operativo se encuentran incluidas ambulancias con paramédicos las 24 horas, baños químicos, puestos de hidratación y guías voluntarios que orientarán al turista sobre los lugares de revisión, controles y trámites a ser realizados, así como también grúas gratuitas para emergencias vehiculares.
Las autoridades locales dispusieron restringir el acceso en los alrededores de los pasos fronterizos y solamente habilitar el ingreso al lugar a unos 250 autos y 15 ómnibus por hora, se informó oficialmente.
Sexto ataque a una Iglesia
En tanto, se produjo un nuevo ataque a una Iglesia en Chile, en Melipilla, el sexto en los últimos días, en la víspera de la llegada del Papa Francisco al país trasandino, en la gira pastoral de tres días que mañana empezará el Sumo Pontífice, que luego visitará Perú. El ataque fue con bombas incendiarias y fue por la madrugada. No dejó heridos ni daños estructurales en el inmueble.
En los últimos días hubo ataques a iglesias en las comunas de Peñalolén, Estación Central, Recoleta, Quinta Normal y Santiago. En algunos de los templos quedaron panfletos amenazantes hacia el papa en los que se leía: «Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana».
La última iglesia atacada es San Agustín, ubicada en la localidad de Melipilla, a unos 70 kilómetros al este de Santiago de Chile. En este atentado, los agresores dejaron un intimidante mensaje en la vereda: «La única iglesia que ilumina es la que arde, es la que está en llamas».