El Gobierno dio marcha atrás en la deportación del periodista noruego Piter Titland. El propio activista lo confirmó vía Twitter y habló en televisión sobre su situación. “Voy a Buenos Aires”, publicó en redes.

En diálogo con C5N, Titland dijo que regresa porque al Gobierno no le convenía su deportación. “Por lo que pasó en los últimos días fue una obligación política para el Gobierno de Mauricio Macri autorizarme el ingreso. Quiere recuperar su imagen”, aseguró.

Por otro lado, el periodista contó las razones que le dieron para su salida. “El argumento es que hay contenido violento en nuestra página web. Es algo que inventaron para dar una razón”, agregó quien buscaba llegar al país para estar en la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio, evento que crítica abiertamente.

Ayer, el gobierno noruego anunció que enviaría una queja formal a la Cancillería argentina luego de que el líder de una ONG, que había llegado a Buenos Aires para participar de la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y para la que estaba acreditado, fuera deportado.

Tras conocerse esa disposición, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, conducido por Ine Eriksen Soreide, anticipó que presentará una queja formal ante el canciller Jorge Faurie.

«Pedimos disculpas por la decisión argentina de cancelar la suscripción y de denegar la entrada a varios participantes de la ONG, incluido el jefe de Attac Noruega, Petter Titland. Creemos que el diálogo con la sociedad civil es una parte importante de la cooperación internacional también en la OMC. La decisión de la Argentina es desafortunada y envía una señal equivocada«, manifestó el vocero de la cartera diplomática de ese país, Guri Solberg, a ABC News.

Un caso más y la respuesta del gobierno argentino

La Cancillería emitió un comunicado en el que explicaron la disposición. Según dijeron, «se han adoptado diversos recaudos en materia de organización, incluyendo lo relativo al sistema de acreditación de los asistentes». En ese sentido -expresó la cartera que comanda Faurie- «el equipo de Seguridad anticipó a la OMC la existencia de algunos inscriptos, registrados por dicha Organización en nombre de algunas ONG, que habían hecho explícitos llamamientos a manifestaciones de violencia a través de las redes sociales, expresando su vocación de generar esquemas de intimidación y caos».

Por eso, con esos antecedentes, «la organización local ha entendido oportuno indicar que las personas asociadas a tales propuestas disruptivas y/o violentas no podrían ser acreditadas para ingresar al recinto de reuniones».

Titland forma parte de un grupo de 60 inscriptos que tuvieron inconvenientes en ingresar al país tras ser desacreditados por el gobierno argentino. Algunos lograron pasar el cerco de Migraciones por la intervención de sus respectivas embajadas.

Sin embargo, una que no corrió con la misma suerte fue la periodista británica Sally Burch, de la Agencia Latinoamericana de Información, quien quedó detenida en Ezeiza y fue deportada a Ecuador, donde vive hace más de 20 años. «Pienso que es una actitud poco democrática del gobierno de Argentina que no quiere que estemos en la Organización Mundial de Comercio», afirmó la comunicadora antes de viajar de vuelta. «Cuando llegué a Migraciones dije que entraba como turista y aparecí en una lista que no podía entrar», contó.