Mientras la polémica reforma de pensiones impulsada por el Gobierno es debatida en la cámara de Diputados, graves hechos de violencia se sucedieron desde temprano en la Plaza del Congreso con un saldo de casi 200 personas heridas, y 60 detenidas, además de destrozos en la vía pública, en comercios y vehículos.

Los hechos de violencia frente al Congreso comenzaron apenas pasadas las 14 horas, cuando un grupo aislado de manifestantes que se “desprendieron” de la manifestación pacífica contra la reforma previsional, tiraron vallas que habían sido colocadas para impedir el paso hacia el edificio y comenzaron a arrojar piedras, baldosas y botellas contra efectivos de la Policía de la Ciudad que, a su vez, dispararon cartuchos con tinta y balas de goma.

A partir de entonces, la violencia se desató frente al Congreso y se vivieron momentos de máxima tensión cuando el espacio entre fuerzas de seguridad y el grupo de manifestantes se redujo a entre 20 y 30 metros. Hubo lluvia de piedras, botellazos, gases lacrimógenos, detonaciones, humo negro.

La mayoría de los manifestantes decidió correrse del centro de los enfrentamientos, y las grandes columnas, identificadas con agrupaciones políticas, gremios y organizaciones sociales, se alejaron de la plaza, donde quedaron los grupos reducidos de violentos en batalla campal con las fuerzas de seguridad.

Efectivos de la Policía de la Ciudad armaron un cordón con escudos, para impedir el paso de los revoltosos, que también arrojaron explosivos caseros contra los uniformados. Con el correr de los minutos, la Policía logró desplazarlos hasta más de la mitad de la plaza, en dirección a avenida de Mayo. No obstante, las refriegas continuaron y se replicaron episodios violentos en Avenida de Mayo y 9 de Julio.

Piedras, destrozos y una bomba molotov atada a un palo en el Congreso

Por eso, más tarde se sumaron al operativo de represión efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería, la fuerza que comandó el operativo el jueves pasado, cuando el Congreso intentó sesionar por primera vez para tratar la reforma.

Según informó el SAME, durante los incidentes de esta tarde unas 196 personas debieron recibir asistencia médica, de los cuales 88 son policías y el resto manifestantes; y aclaró que ninguno de los heridos reviste gravedad. Por otro lado, en el marco del operativo policial en los alrededores del Congreso Nacional y sobre la Avenida 9 de Julio la policía de la Ciudad informó que se registraron 60 manifestantes detenidos.

La Correpi (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional) informó que lleva identificados a 20 de los detenidos, entre los que figura un periodista de Diario Popular y 4 periodistas de FM La Patriada. También hubo periodistas heridos: una fotógrafa del portal de noticias notas.org.ar, una cronista de la agencia Télam, que fue embestida por una moto policial, y el cronista de TN Julio Bazán que recibió golpes de un grupo de manifestantes.

Estos sucesos ocurrieron cuatro días después de que se produjera un enfrentamiento entre gendarmes y manifestantes cuando se iba a debatir el proyecto en otra sesión.

Durante la sesión de este lunes, el diputado del Frente para la Victoria Agustín Rossi, expresó: «Les pedimos que reflexionen. Es una situación grave, gravísima. Tomemos la decisión de levantar esta sesión como forma de evitar la violencia en argentina».

Por su parte, Elisa Carrió se mostró tajante: «Yo he pedido el levantamiento de la sesión, pero pido que de todas estas manifestaciones y de todo lo que está ocurriendo fuera y sus identificaciones se corra vista al fiscal penal y juez en turno que está tratando el tema de la conspiración institucional», remarcó la diputada.