La décima audiencia del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona resultó un momento crítico para el neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los siete imputados por homicidio simple con dolo eventual. Médicos del Sanatorio Ipensa de La Plata, que evaluaron al exfutbolista a comienzos de noviembre de 2020, declararon bajo juramento que no consideraban urgente operarlo por el hematoma subdural detectado mediante una tomografía. Sin embargo, según relataron ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro, Luque interpretó que la cirugía era necesaria y optó por derivarlo a otra institución. El 3 de noviembre de 2020, Maradona fue intervenido en la Clínica Olivos, en Vicente López.

“No veía una urgencia para evacuar el hematoma”, expresó el neurocirujano Guillermo Burry, jefe de neurología en Ipensa, ante los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach. Según relató, había sugerido controlar otras afecciones del paciente antes de pensar en una intervención, ya que un mal manejo posoperatorio podría haber complicado su evolución. Luque, sin embargo, insistió en que el hematoma era grande y que debía ser extraído, según informa La Nación.

La audiencia se inició con la declaración de Flavio Tunessi, médico traumatólogo de Ipensa y parte del cuerpo médico de Gimnasia. Tunessi recordó su primer contacto con Maradona en 2019, cuando asumió como DT del equipo. El 30 de octubre de 2020, día de su cumpleaños 60, Maradona fue visto con un evidente deterioro físico durante un partido. Luego de hablar con Luque, aceptó internarse para realizar estudios, los cuales se llevaron a cabo el 2 de noviembre.

El resultado de la tomografía reveló el hematoma, pero los especialistas de Ipensa coincidieron en que no era el origen del cuadro clínico y que lo indicado era esperar. Pese a eso, Luque analizó el caso y reafirmó su decisión de operar. Como en Ipensa no estaban de acuerdo, resolvió trasladarlo, según Tunessi, de acuerdo con el diario La Nación.

También prestaron testimonio el clínico Marcos Correa y el neurólogo Martín Cesarini. Correa señaló que no había familiares presentes y que la decisión fue de Luque. Cesarini, por su parte, afirmó que el estado del paciente no justificaba una intervención inmediata.

 

Los escalofriantes detalles que brindó Verónica Ojeda sobre los últimos días de Diego Maradona

La investigación judicial avanza con ritmo firme, y el proceso oral apunta a esclarecer si hubo negligencia o abandono de persona en la atención médica que recibió el ídolo en sus últimos días con vida.

El martes se produjo una de las audiencias más fuertes desde que comenzó el juicio con el testimonio de Verónica Ojeda. La expareja del Diez apuntó contra el médico Luque, la psiquiatra Cosachov y el psicólogo Díaz y el entorno de Diego.

“La última vez que fui a la casa, la cocina estaba sucia, cuando entrabas no estaba en condiciones. Donde estaba Diego había mucho olor a pis, a caca, y por eso ese mismo día le dije a Diego que se afeitara y bañara. Diego tenía ese olor, por eso le dije que se bañe, que se cambie, no estaba en condiciones”, comentó con crudeza Ojeda.

Ojeda contó que el 23 de noviembre fue a ver a Diego Maradona por última vez (dos días antes de la muerte) y que lo vio “todo hinchado”: “Llegué y estaba solo con Coria -el custodio- y una enfermera que estaba en el living leyendo una revista. Ahí entré a verlo y lo vi desfigurado. Todas las manos hinchadas, la panza hinchada. Le decía ‘Diego qué te pasó‘. Le decía a Coria que se fuera y me decía ‘No puedo, tengo órdenes de quedarme’. Y lo que más me llamó la atención es que Coria lo tenía agarrado de la mano todo el tiempo. A mí no me parecía algo normal”.