La cotización del yuan chino cayó este lunes hasta quedar por encima de las 7 unidades por dólar, algo que no se veía desde 2008, en le marco de la guerra comercial que mantienen China y Estados Unidos, lo que aumentó el riesgo país en Argentina.

A la nueva imposición de aranceles a productos chinos que anunció el presidente de los EE.UU. Donald Trump la semana pasada, le sucedió ahora una devaluación del yuan, que este lunes arrancó depreciándose cerca del 1,4%. Esto significa que los productos chinos abaratan sus precios medidos de dólares, neutralizando así el encarecimiento artificial que sufrieron las importaciones chinas por culpa de los nuevos aranceles.

En sentido contrario, con un yuan más débil, a los chinos se les encarecen sus propias importaciones. Y si los chinos le compran menos al mundo, el impacto se puede sentir inmediatamente sobre, por ejemplo, los precios de las materias primas. El riesgo de esta movida china (el yuan no flota libremente) es que se desate una guerra de monedas, es decir que se sucedan las devaluaciones.

El yuan se cotizaba igual que en tiempos de la crisis financiera global

Argentina necesita que esos precios se mantengan para sostener el ingreso de dólares que confirmen la tendencia de estos meses: saldo positivo en la balanza comercial. Se espera que el Banco Central intensifique su intervención en el mercado de futuros para atenuar la volatilidad del tipo de cambio. Aunque no se va a oponer a una devaluación del peso si se observa un movimiento similar en las monedas de la región.

Pero en lo inmediato, el mayor riesgo es sobre el mercado cambiario. Un sacudón de monedas a nivel global -con el dólar haciéndose más fuerte- puede provocar más tensión a nivel local sobre el dólar, en el tramo decisivo de la campaña hacia las PASO del próximo domingo 11.

El dólar volvió a moverse en los últimos días en la Argentina y en tres semanas subió algo más del 7%, un poco por el ruido electoral pero también porque el grueso del las monedas de la región se devaluaron frente al dólar estadounidense. De hecho en ese mismo lapso el real brasileño cayó 4,3%.

El impacto de la devaluación china fue inmediato sobre las bolsas asiáticas. La bolsa de Shangai caía 1,6%, la de Tokio 1,7 y la de Seúl 2,2%. En Europa las principales bolsas caían a las 8 hora argentina cerca del 2% en promedio. Los futuros de Wall Street caían más del 1% antes del arranque formal de la rueda.

Una de las principales quejas del Gobierno estadounidense en el marco del conflicto comercial es la denuncia de que China supuestamente manipula su divisa para evitar que se aprecie en demasía y que, por tanto, sus exportaciones pierdan competitividad.

Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad.