Carolina Pochetti, la viuda de Daniel Muñoz, el fallecido exsecretario del expresidente Néstor Kirchner, buscó conseguir un acuerdo con los fiscales de la causa de los cuadernos de las coimas, para convertirse en arrepentida del caso.­

Pochetti está sospechada de haber participado de las maniobras para ocultar unos 70 millones de dólares provenientes de ilícitos que, según los investigadores, su marido sacó de la Argentina y trasladó a los Estados Unidos.­

Pochetti declaró frente a los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stronelli en busca de suscribir un acuerdo de colaboración, que luego deberá ser homologado por el juez federal Claudio Bonadio. ­

Para lograr un acuerdo, «debería hablar del principio, el origen del dinero, de dónde vino o del final, donde está en la actualidad, porque la parte del medio los fiscales ya la tienen», sostuvo una fuente del caso.­

Pochetti es una de las acusadas de formar parte del grupo de personas que participó de las maniobras para ocultar el dinero que, para los investigadores, habría salido de las recorridas de recaudación de coimas relatadas en los cuadernos del arrepentido Oscar Centeno, otrora chofer de Roberto Baratta, mano derecha del ministro de Planificación del kirchnerismo Julio de Vido.­

Los fiscales y el juez Claudio Bonadio sostienen que se montó «una estructura jurídica, societaria y bancaria en la Argentina y en el extranjero, con el fin de canalizar, convertir, transferir, administrar, vender, disimular y o poner en circulación en el mercado fondos de procedencia ilícita».­

Pochetti llegó al encuentro con los fiscales a las 15, esposada, con casco, chaleco antibalas y escoltada por dos agentes del Servicio Penitenciario Federal; horas antes la habían trasladado del penal de Ezeiza al edificio de los tribunales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro. ­

Al llegar a Comodoro Py, Pochetti se había vuelto a entrevistar con su flamante defensor oficial, Martín Hermida, a quien el miércoles le había manifestado verbalmente y por escrito que tenía la voluntad de declarar en calidad de arrepentida.­

La viuda de Muñoz (fallecido en 2016) había renunciado antes a su abogado particular y pidió ser patrocinada por un defensor oficial como primer paso para evaluar acogerse a la figura del imputado colaborador, que le abriría la puerta a obtener la excarcelación.­