Luis Caputo no renunciará pero sí irá al Congreso a explicar su situación judicial y también el crecimiento de la deuda pública del país. Así lo confirmó ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al ceder a un pedido del interbloque Argentina Federal de la Cámara de Diputados, que responde a los gobernadores del PJ.
El gobierno de la alianza Cambiemos considera a Luis Caputo «irremplazable» en el cargo de ministro de Finanzas. Pero la presión opositora sobre este funcionario venía aumentando desde que renunció Valentín Díaz Gilligan como subsecretario general de la Presidencia, y la embestida que la oposición hizo ayer en el Congreso terminó por quebrar la voluntad del Poder Ejecutivo de preservarlo a toda costa.
El 19 de febrero pasado, Díaz Gilligan se fue por una acusación similar a la que pesa sobre Caputo: haber sido accionista de empresas en el extranjero y no haberlo informado en la declaración jurada de bienes, que es obligatoria para todo funcionario público.
Por eso, está acusado de haber cometido los delitos de omisión maliciosa, negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, tráfico de influencias, delito de uso de información privilegiada, incumplimiento de los deberes de funcionario público y supuesto lavado de activos.
Ayer, en la sesión especial de la Cámara baja convocada para recibir a Peña, el justicialismo pidió que Caputo concurra al Congreso a brindar explicaciones mientras que el kirchnerismo y la oposición más radicalizada directamente reclamaron su renuncia. El Gobierno accedió al reclamo del PJ.