La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, defendió el accionar de los agentes de la Policía que participaron de un tiroteo con delincuentes en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, partido de La Matanza, en el que un niño de 7 años, fue baleado y falleció horas después.

“Los responsables directos de la situación que atraviesa Thiago Benjamín Correa Medina son los delincuentes. Uno de ellos murió en la legítima defensa que realizó Facundo Aguilar Fajardo en el cumplimiento de su deber como policía federal argentino”, dijo la funcionaria en una conferencia de prensa.

“Son los delincuentes los que generaron la acción delictiva, ellos salieron a la calle a matar, ellos salieron en banda, eran cuatro, sin ningún tipo de relación entre la violencia ejercida y la acción de un lugar donde había un chico en la parada de colectivo con su papá y un oficial de la Policía que estaba con su mamá”, aseveró la ministra. Y añadió: “La causa por la que Thiago está como está es porque estos cuatro delincuentes salieron a robarle a la vida a Thiago y a los vecinos que estaban en ese momento en ese lugar”.

Bullrich indicó: “Ellos son los responsables directos de lo que le está pasando a Thiago, al que le deseamos lo mejor. Estamos con él, con su familia, y estamos también con la familia de Facundo, que está angustiada su mamá, porque su mamá lo acompañó a él a la parada colectiva. Esto no es casualidad, es La Matanza, es tierra de nadie, es un lugar en el que una mamá tiene que acompañar a un policía a la parada de colectivos por miedo y por ser una zona de violencia diaria y permanente”.

 

El caso

El hecho ocurrió el miércoles por la noche, en una parada de colectivos ubicada en la intersección de la avenida Crovara y Madrid, en Ciudad Evita, La Matanza. Allí, Aguilar, un oficial de la Policía Federal Argentina (PFA), que estaba de civil y fuera de servicio junto a su madre, fue abordado por cuatro hombres armados que intentaron asaltarlo. Al identificarse como agente y extraer su arma reglamentaria, comenzó un intercambio de disparos. En el mismo lugar estaban Thiago y su papá.

Como resultado del enfrentamiento, en el que hubo más de diez detonaciones, uno de los presuntos asaltantes, de 18 años, murió en el lugar tras recibir un balazo en el cuello. Otros dos jóvenes, ambos de 21, resultaron heridos: uno fue baleado en la pierna derecha y el otro en el abdomen. Thiago fue alcanzado por una bala disparada por el arma del oficial, que impactó en su cabeza. De inmediato fue hospitalizado pero la lesión resultó fatal.