La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cruzó al exembajador de la Argentina en Venezuela, Oscar Laborde, quien habría mantenido negociaciones extraoficiales con el gobierno de Nicolás Maduro para entregarle cartas de sus familiares a Nahuel Gallo, el gendarme detenido en dicho país.
«Hay argentinos que se han quedado allá, que son personeros del régimen. Uno de ellos es (Oscar) Laborde. Fue embajador del kirchnerismo. En medio de todo esto, sacan declaraciones y dicen que no se presentaron todos los papeles, justifican que haya un argentino desaparecido«, manifestó la ministra de Seguridad en la noche de este domingo 22 de diciembre, en diálogo con LN+.
La titular de la cartera de Seguridad calificó al ex diplomático como un «personero del régimen» y lo acusó de justificar la detención del agente argentino de 27 años. «Da vergüenza que haya sido una persona que representó a la Argentina como embajador», expresó.
Bullrich también apuntó contra un posteo de Laborde en su cuenta de X donde este indicó que «el caso del gendarme Nahuel Gallo detenido en Venezuela muestra cómo una mala decisión puede terminar en un papelón internacional» y reprochó por «promesas sin planificación, licencias inventadas y falta de protocolo».
«Hoy ha salido una resolución judicial, mañana la Cancillería seguramente enviará vía consular por Brasil a Venezuela, donde se habla del Art. 36 de la Convención de Viena, se pide que se muestre dónde está y que tenga posibilidad de una conversación con la Argentina. También queremos saber y que nos informen quién es la jueza a cargo del caso y da seguimiento a la investigación, de qué se lo acusa y lograr obtener una videoconferencia con la Justicia», aclaró Bullrich y reveló que desde el Ministerio se maneja una «serie de hipótesis» sobre la localización del gendarme.
Desde su lugar, la funcionaria sugirió que la detención de Gallo es una «operación del chavismo» y profundizó: «Es una mentira total. Es un inventó. Él se presentó y dijo que era gendarme ante la Policía local. Y aún cuando lo reconocieron, pensaron ‘a este lo vamos a agarrar’«.
«Es una cosa que tiene que ver con la inestabilidad política que vive Venezuela, y más aún desde las últimas elecciones a presidente. Los extranjeros a los que arrestan son una prenda de cambio para intentar apretar a países respecto del reconocimiento al régimen de Maduro. Va a ser bastante difícil que el mundo reconozca un régimen que se robó las elecciones», concluyó.
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