La empresa Cargill realiza un lock out patronal por diez días y no pagará los salarios a los obreros de la planta de Bahía Blanca, medida que es rechazada por el Sindicato de Aceiteros. El conflicto había comenzado en enero tras varios despidos en esa ciudad y en Rosario.

El delegado del gremio en Bahía Blanca, César Riobo, contó que cuando llegaron esta mañana a las puertas de la empresa se encontraron con un cartel escrito a mano donde se anunciaba la suspensión de las actividades por el plazo de diez días sin goce de haberes para los empleados.

Riobo afirmó que los argumentos brindados por la multinacional fueron por “cuestiones de violencia contra directivos de la compañía, consideran que no están dadas las condiciones de seguridad y por los paros sorpresivos”. No obstante, explicó que esto “no es verdad, somos trabajadores y necesitamos volver a trabajar”.

“No vamos a cobrar nada en estos diez días, la suspensión es hasta el 29. El 30 recién comenzaremos a retomar el trabajo. Es la segunda vez que nos pasa. La semana pasada ocurrió lo mismo», explicó el delegado gremial.

En ese sentido, Riobo manifestó que la decisión de la empresa es «como respuesta a nuestros reclamos» y recordó que «ya nos suspendieron cinco días».

La situación afecta a 84 trabajadores de Bahía Blanca y 500 en Rosario. El conflicto se originó en enero con el despido de un trabajador y dos contratados de la localidad bonaerense junto a otros 44 de la ciudad santafesina.

En referencia a los pasos que seguirán los empleados de la multinacional, el gremialista afirmó que  “ahora estamos pasando por la primera etapa y queremos romper el cerco mediático. Estamos abocados a charlar con los medios. La denuncia ya la hicimos para que se solucione y podamos recuperar este dinero que nos están sacando”.