A pocos días del G20 y luego de que se confirmara una reunión entre Macri y Trump, los Estados Unidos anunciaron la restitución del sistema de equivalencias sanitarias para la carne bovina argentina, requisito necesario para comenzar a comercializar la producción nacional y el país contará con un beneficio anual de 20 mil toneladas. La cancillería confirmó la noticia en un comunicado y destacó que «la reapertura de este mercado» contribuye al «fortalecimiento de la relación comercial entre los Estados Unidos y el gobierno del presidente Macri».

En este sentido, la Argentina contará con un beneficio de acceso de una cuota de 20.000 toneladas anuales que «puesta en valor representaría 150 a 180 millones de dólares, y las exportaciones que superen ese volumen deberán abonar otro arancel de ingreso de 26,4%», se informó. «Es producto del trabajo conjunto entre la Secretaría de Agroindustria de la Nación, el Ministerio de Producción y Trabajo, la Cancillería, la Embajada argentina en los Estados Unidos y el Senasa, entre otros organismos», celebró la cartera de Jorge Faurie.

En tanto, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, remarcó que «el resultado de esta negociación refuerza la importancia de seguir avanzando en la apertura de otros productos argentinos a los mercados del mundo, así como afianzar los flujos de comercio que ya existen con los Estados Unidos». Dijo además que «exportar es el mejor camino para crecer y crear empleo y esta decisión nos permite llegar a los Estados Unidos con la riqueza de nuestra producción y el valor de nuestro trabajo».

Por su parte, el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, destacó «la relevancia de ambos países como proveedores mundiales de alimentos que ofrecen oportunidades para llevar adelante una intensa agenda estratégica, no solo en cuestiones comerciales, sino también en inversiones y cooperación técnica».

Se estima que el 80% del producto a exportar sería carne magra que demanda la industria estadounidense para la producción de hamburguesas y que no es producida en cantidades suficientes por los productores estadounidenses. El 20% restante serían cortes de alta calidad, producto Premium con características especiales. Estados Unidos autoriza la importación de todos los cortes de la carcaza, deshuesados, con excepción de la cabeza, pezuñas y menudencias.