El Gobierno decidió cancelar la compra de un nuevo avión presidencial en reemplazo del Tango 01, ante la necesidad de ajustar los números en medio de un contexto económico complejo.

La decisión, aseguran en la Casa Rosada, se tomó antes del anuncio de la reducción de la baja del déficit fiscal del 3,2 al 2,7 por ciento del PBI. La decisión la tomó Macri junto al secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis.

El ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich y la custodia presidencial habían solicitado adquirir un nuevo avión ante los «serios riesgos» a los que se exponía el mandatario al viajar al exterior en vuelos comerciales. La inversión estimada era superior a los US$ 40 millones.

Según consignó Clarín, el Gobierno evaluaba que ese dinero no saliera de las arcas públicas sino que se obtuviera de la emisión de un bono a diez o quince años. Así, esperaban que el avión se costeara con lo que el Estado se ahorraría en el costo del mantenimiento de la flota actual y los vuelos comerciales que actualmente utiliza Macri.

Sin embargo todo eso deberá esperar y el Estado deberá continuar con el mantenimiento de la flota ($120 millones) y el costo de las giras internacionales donde se utilizan vuelos comerciales y privados que giran en torno a los 400 mil dólares.