El oficialista Mario Abdo Benítez fue proclamado ayer por la noche presidente electo de Paraguay con 96 por ciento del escrutinio completado y una ventaja de menos de 100.000 votos sobre el liberal Efraín Alegre, de acuerdo al anuncio que realizó ayer el presidente del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), Jaime Bestard y al conteo de votos prácticamente final.
“El presidente de la república es el señor Mario Abdo Benítez; existen menos de 1.000 mesas pendientes de ser cargadas y esa cantidad de votos hace imposible que se revierta el resultado”, afirmó Bestard en rueda de prensa reseñada por los diarios asunceños ABC Color y Última Hora. Al avanzar el conteo hasta 97,33 por ciento de las mesas, el candidato del Partido Colorado gobernante reunía 46,48 por ciento de los votos contra 42,72 por ciento de Efraín Alegre.
Esa distancia, aparentemente amplia en términos relativos, se veía más ajustada en valores absolutos, pues Abdo Benítez obtenía 1.176.223 sufragios contra 1.081.054 de Alegre, con una diferencia de apenas 95.169 votos. Abdo Benítez, que permanecía en la sede de su comando de campaña desde poco después del cierre de los comicios, aún no había hecho declaraciones, acaso a la espera de que Alegre reconociera el resultado de la votación.
«Voy a liderar un gran proceso
de diálogo nacional«,
dijo Abdo, de 46 años.
El candidato de la Alianza Ganar dijo que, dada la estrecha diferencia, aguardaría el resultado del análisis de las actas de votación recurridas para pronunciarse sobre el proceso electoral. Poco antes de que se cerraran las urnas, el jefe de campaña del Partido Colorado, Alberto Alderete, sostuvo en rueda de prensa que los resultados estaban “a la vista” y las elecciones no ofrecían “ninguna sorpresa”.
La jornada transcurrió en general con tranquilidad, afirmó la jefa de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), la ex presidenta costarricense Laura Chinchilla. “Ha sido un proceso bastante tranquilo; la organización está bien; teníamos algunas preocupaciones al principio, como la integración de las mesas electorales, pero se ha pasado la prueba”, dijo Chinchilla a periodistas en Asunción.
No obstante, la funcionaria criticó la difusión de sondeos a boca de urna, a los que definió como “una herramienta que a veces confunde al electorado”. “Queremos subrayar algo que ya hemos recomendado en otros informes y que en esta ocasión, desafortunadamente, no se pudo sostener, que es la importancia de dejar atrás la realización de las encuestas a boca de urna”, indicó, según consignó la agencia de noticias EFE.