El actor Aldo Pastur, recordado por su trabajo en ficciones televisivas como «Aprender a vivir», «Mundo de muñecas» y «Padre Coraje», falleció durante las últimas horas a los 74 años, según confirmaron desde la Asociación Argentina de Actores.

«Llevó adelante una prestigiosa e ininterrumpida trayectoria en cine, teatro y televisión. Nuestras sentidas condolencias a sus seres queridos, acompañándolos en este duro momento», se despidieron desde la asociación en su cuenta oficial de X (ex Twitter).

Además, en la red social dieron a conocer que sus familiares, amigos, colegas y seguidores podrán concurrir al velatorio este viernes por la tarde, entre las 18 y las 22, y mañana de 12 a 14, en Zuccotti Hnos. (Thames 1164, CABA). El sepelio finalizará este sábado a las 14.15, cuando los restos del intérprete sean inhumados en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.

Etiquetado como uno de los galanes de la TV de los años 80, Pastur comenzó su carrera artística en el mundo del cine, ocupando posiciones de asistente de producción y de dirección, como en el recordadísimo melodrama «La Mary» (1974), de Daniel Tinayre y con los protagónicos de Susana Giménez y Carlos Monzón.

En esos años, también participó de la realización de filmes como «Crecer de golpe» (1977, de Sergio Renán) y «La parte del león» (1978, de Adolfo Aristarain), película en la que tuvo su primera aparición frente a las cámaras con un rol menor.

Desde ese momento, Pastur se dedicó de lleno a la actuación en cine, TV y el mundo de la publicidad, con apariciones en las mencionadas «Aprender a vivir» y «Mundo de muñecas», así como en «Amar… al salvaje», «La traición» y «Detective de señoras».

Luego, también en el ámbito televisivo, fue intérprete en novelas como «Apasionada», «El precio del poder», «Verano del 98», «Rebelde Way», «Padre Coraje» y «Malparida», junto a Juana Viale y Gonzalo Heredia.

Su paso por el circuito del cine lo tuvo en producciones como «Tiempo de revancha» (1981), «Últimos días de la víctima» (1982), «Flores robadas en los jardines de Quilmes» (1985), «Tres alegres fugitivos» (1988) e «Historias de cronopios y de famas» (2014), que se convertiría en su última aparición en pantalla, bajo la dirección de Julio César Ludueña.

Por último, en el teatro debutó con «Los indios» (1976), y a lo largo de su trayectoria participó en obras como «Casa Valentina», «Cita a ciegas», «Israfel» y «La decisión», entre más.