Empleados del ministerio de Trabajo bonaerense realizaron ayer una protesta con asamblea abierta en la sede de La Plata, ubicada en calle 56 entre 17 y 18, en rechazo a la decisión del gobierno de cerrar delegaciones de esa cartera en distintos puntos del interior y el Conurbano bonaerense.
Las sedes del ministerio de Trabajo que dejarán de desarrollar actividades son las de Florencio Varela, Moreno, Villa Gesell y Brandsen.
«Hay una reestructuración de algunas delegaciones, pero sin despidos. La gente se reubicará», comentaron fuentes oficiales.
Ayer, el personal manifestó a través de un comunicado que en el caso de los empleados de Brandsen «deben concurrir a la Delegación La Plata, dejando en estado de indefensión a trabajadores despedidos que no podrán contar con los recursos para asesorarse y reclamar en su lugar, además de perjudicar a los trabajadores estatales del Ministerio que deben presentarse todos los días en La Plata”.
Además, denunciaron la implementación “en la mayor parte de las delegaciones del ministerio de un convenio con el Colegio de Abogados que delega en este entidad privada las funciones de asesoramiento que corresponden por ley al ministerio, y los apremios por multas impagas al organismo se derivan a un estudio jurídico privado teniendo profesionales propios”.
“Los trabajadores del sector vemos con preocupación el abandono de las funciones esenciales del Ministerio, que muta de ser un organismo garante de los derechos laborales a un mero ente administrativo de contralor de los propios empleados públicos”, concluye el comunicado.
Este caso se suma el cierre de otras delegaciones de organismos de la Provincia, que se está llevando a cabo, como el caso de Arba, que cerrará la sede de Camino Centenario, en La Plata, y viene haciendo lo mismo con otras oficinas del territorio bonaerense. El Instituto de Previsión Social es otro ejemplo.
El cierre de delegaciones tiene que ver con una movida coordinada por la Subsecretaría de Innovación y Atención Ciudadana, a cargo de Juan Pablo Becerra. La idea sería avanzar hacia un modelo de digitalización progresiva de los trámites, donde cada vez sea menos necesario concurrir a un centro de atención.