Un día después de la masiva marcha convocada por el sindicato de camioneros, en la cual participaron además numerosas organizaciones sociales, partidos políticos y otros sindicatos, Hugo Moyano lanzó advertencias al Gobierno, pero también se mostró dialoguista.
Moyano evitó pronunciarse sobre un paro, pero adelantó que tras la marcha en la 9 de Julio, «si no hay respuesta, tarde o temprano la gente se cansa«. De esta manera, el ex lider cegetista respondió, de alguna manera, a la presión que comenzaron a poner desde Pablo Micheli a Juan Grabois quienes coincidieron en la «imperiosa urgencia» de convocar a un paro nacional.
«Si el Presidente me llama, voy a ir», declaró. Y ahondó: «Si el Gobierno cree que tiene que hablar conmigo, yo no me puedo negar a hacerlo. Es lo mismo que pasa con los empresarios: yo discuto algunas cosas, pero cuando tenemos que sentarnos a resolver problemas, tenemos que hacerlo».