El Presidente de la Asamblea Legislativa de Venezuela, Juan Guaidó, agradeció el respaldo de Argentina y aseguró que con la ayuda de los embajadores en distintos países están «preparándose para la transición» en el gobierno que hoy lidera Nicolás Maduro.

Así se expresó al término de la reunión que mantuvo anoche con el presidente Mauricio Macri, durante la que hablaron, dijo, «de la ayuda humanitaria y de la transición» democrática en el gobierno de su país.

En ese sentido, Guaidó destacó la necesidad de mantener «la máxima presión» desde los países del Grupo de Lima para contrarrestar la vigencia de Nicolás Maduro en el poder. «Venezuela vive hoy un secuestro por parte de sus instituciones con una dictadura», dijo en alusión a la gestión de Maduro.

Guaidó agregó que «el principal rol de nuestras embajadas es mantener las relaciones» diplomáticas y «solicitar la protección de los activos venezolanos en el exterior». Esas, sostuvo, «son las labores principales en el corto plazo y prepararnos para la transición» para, entre otras cosas, «garantizar la cadena de suministros, medicamentos y gasolina». «Hoy Venezuela, aunque no se crea, está importando gasolina», añadió. Además, dijo estar «consciente del riesgo que amenaza la vuelta» suya a Caracas, donde advirtió que «ya hay 600 militares que se ponen del lado de la Constitución».

El líder opositor confirmó que también irá a Ecuador e intentará visitar otras naciones de América Latina que expresaron su apoyo. Asimismo, calificó de «una tragedia para Venezuela» la caída en la producción de la petrolera PDVSA. Por otra parte, dijo que hubo «una labor de persecusión y tortura macabra» a unos 160 militares venezolanos que rechazaban las medidas del gobierno de Nicolás Maduro.

Guaidó dijo que deben «reestablecer la confianza con los militares» de su país porque aseguró que el 80 por ciento de las fuerzas armadas están dispuestos a ponerse a disposición de su presidencia. El presidente del parlamento venezolano y encargado del Ejectivo de ese país también deploró la presencia de «la inteligencia» y políticas «de Cuba» en las áreas estratégicas para las fuerzas de seguridad en la gestión de Maduro.