En un inmenso operativo de seguridad que blindó desde hoy temprano los alrededores del Congreso para asegurar el tratamiento de la reforma previsional, minutos antes del comienzo de la sesión se registraron incidentes  cuando las fuerzas de seguridad arrojaron gases lacrimógenos, balas de goma y agua con un camión hidrante a las organizaciones políticas y sociales que intentaban acercarse al Congreso Nacional.

Desde la mañana, agrupaciones como el MST, PTS, el Partido Obrero y otros partidos de izquierda se acercaron al vallado ubicado en las inmediaciones del Palacio Legislativo para repudiar la iniciativa del Gobierno.

En horas del mediodía, ante la gran cantidad de manifestantes, el operativo de seguridad se incrementó y llegó a tener alrededor de 1.000 efectivos de la Gendarmería y la Policía Federal, además de carros hidrantes.

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Las protestas rodearon la zona del Congreso y todos los accesos al tradicional edificio fueron cortados, lo que dificultó el acceso de empleados y también de los diputados nacionales que deben participar del debate.

Hubo momentos de tensión sobre la calle Rivadavia cuando diputados del Frente para la Victoria denunciaron que la Gendarmería no los dejaba ingresar, lo que motivó al jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, a salir a la calle a discutir con sus pares del kirchnerismo.

«Están los diputados del Frente para la Victoria adentro, solamente quedan diez afuera. No provoquemos, vamos a discutir adentro», le dijo Massot a Daniel Filmus, uno de los que se encontraba en la puerta de ingreso a la Cámara baja, acompañado por Leopoldo Moreau, entre otros.

«Deciles entonces que nos dejen entrar», le retrucó el exministro de Educación, ante lo cual el legislador macrista afirmó: «Vamos y los marcamos uno por uno para que ingresen, pero entren, discutamos adentro».

Minutos antes de que comience la sesión en el recinto de la Cámara baja, un grupo de manifestantes derribó parte del vallado ubicado sobre la Avenida Entre Ríos, lo cual generó la reacción de las fuerzas de seguridad, que arrojaron gases lacrimógenos, balas de gomas y utilizaron los carros hidrantes para hacer retroceder a los militantes de distintas organizaciones.

Sin embargo, minutos después volvieron a producirse nuevo incidentes ante la insistencia de los manifestantes para intentar acercarse al Congreso y también arrojaron piedras.

En medio del operativo de las fuerzas de seguridad, el diputado del Frente para la Victoria Matías Rodríguez quedó inconsciente tras un golpe en la cabeza, así como su par Mayra Mendoza se vio afectada por el gas pimienta que le arrojaron en el rostro, según aseguraron fuentes del bloque opositor.

Por los disturbios fueron detenidas 22 personas, mientras que nueve uniformados sufrieron heridas y fueron derivados al Hospital Churruca.

Vallado y explosión

El vallado al Congreso comprendió a las avenidas Entre Ríos y Rivadavia, y las calles Combate de los Pozos e Hipólito Yrigoyen, y se realizó con personal de distintas fuerzas que se encontraban apostados y que  en el lugar.

Por eso, el tránsito vehicular alrededor de la zona cercada al Palacio Legislativo se trasformó en un caos e impidió el normal funcionamiento de los servicios de transporte público e incluso la estación Congreso de la línea A del subte permaneció cerrada.

Pero el ambiente enrarecido que hubo durante toda la jornada comenzó muy temprano con la explosión de una camioneta traffic blanca en Uriburu y Perón, a pocas cuadras de la AMIA y del Congreso Nacional.

El estallido ocurrió a las 5:15 de la madrugada y afectó a varios comercios y edificios en un radio de cincuenta metros. Además de vidrios rotos, se incendió uno de los locales ubicado frente al lugar y algunos vecinos sufrieron heridas leves.

Un portero de la cuadra, que tuvo cortes en el rostro, declaró que la camioneta estaba hacía un mes y medio en el lugar y que no había sido retirada pese a sus reclamos ante las autoridades porteñas. Testigos afirmaron que tras el inicio de las llamas, previas al estallido, vieron escapar del lugar a un par de jóvenes, algunos investigadores hipotetizan que “puede haber sido un quemacoches, que los hay todas las noches”.

Explotó una camioneta cerca de la AMIA y hubo alarma en el barrio de Once