En Argentina los hombres ganan un 19% promedio más que las mujeres realizando las mismas tareas laborales, según se desprende del segundo informe trimestral de 2018 que elaboró la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), en el que se refleja también que los trabajadores varones son quienes más litigan.

Mientras que el salario bruto promedio de los trabajadores de unidades productivas es de $32.680, el de las mujeres trabajadoras es de $27.476. Si bien no se encuentra disponible la información salarial de trabajadores de casas particulares, si se consideran las remuneraciones mínimas estipuladas por ley y la concentración de mujeres en esta actividad, la diferencia salarial es aún mayor que la observada.

 

 

La mayor concentración de mujeres se encuentra en sectores económicos como comercio, restaurantes y hoteles y Servicios sociales, comunales y personales, donde los niveles salariales promedio son de alrededor $21.600 y $27.100 respectivamente. Este factor, el de las tareas que se realizan en este tipo de actividades económicas, explicaría en parte la brecha salarial entre hombres y mujeres.

El trabajo estadístico de la SRT revela, además, que son los trabajadores varones quienes más litigan, y el promedio de edad de quienes lo hacen es de 38 años. También son los trabajadores jóvenes -36 años promedio- quienes más accidentes laborales sufren.

En el caso de las mujeres, el 32,3% de los expedientes judiciales en los que la demandante es una trabajadora, la contingencia reclamada es por un accidente in itinere, y en el 42,3% de los casos es por accidentes de trabajo.

En términos de cobertura, el sistema de riesgos del trabajo estaba compuesto –a junio de 2018- por 59% de hombres y 41% de mujeres. Del porcentaje total de trabajadoras, el 87,7% realizaba sus tareas en unidades productivas, mientras que el 12,3% restante lo hacía en casas particulares.

Si se considera longitudinalmente la cobertura según la edad de los trabajadores y su concentración en las diferentes actividades económicas, el informe revela que, al comenzar la vida laboral, las mujeres tienden a ocuparse en el sector de Comercio, restaurantes y hoteles.

A medida que avanza la edad se desplazan al sector de Servicios sociales comunales y personales, de tal forma que a partir de los 25 años esta actividad concentra más de la mitad de la población de mujeres registradas, superando el 70% de la cobertura a partir de los 40 años.