El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne enviará este lunes el proyecto de reforma tributaria al Congreso de la Nación. La iniciativa presentará varios cambios con respecto al borrador que se conoció el pasado 31 de octubre y el Gobierno quiere que se apruebe en las sesiones extraordinarias que el presidente Mauricio Macri pedirá antes de fin de año.
Las reglamentaciones técnicas estarán a cargo del titular de la AFIP, Alberto Abad, y se estima la futura ley entrará en vigencia al menos un año después de su sanción.
Entre los cambios al proyecto original se destacan:
1. Se elimina del proyecto el impuesto interno del 10% para el vino y los espumantes.
2. Se mantiene en 8% el impuesto interno de la cerveza en lugar de la suba al 17% que contemplaba el proyecto original.
3. Se dejaría de lado la eliminación progresiva del impuesto interno del 17% a la importación de celulares, monitores y artículos de computación. Este cambio surge a raíz del pedido de la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, quien sostuvo que la medida significaría un duro golpe para la producción y se perderían unos 10.000 empleos en la provincia.
4. En lo que respecta al impuesto a las bebidas gaseosas azucaradas, se podría reducir al 12% el impuesto interno en lugar del 17% que figura en el proyecto original, aunque siguen las negociaciones.
El viernes pasado a última hora de la tarde hubo una reunión entre el secretario de Política Económica, Sebastián Galiani, los representantes de la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA) y a otros ejecutivos de las empresas del sector para presentar los reclamos. En particular, se discutió cómo afectaría a las economías regionales un aumento del impuesto interno a las bebidas azucaradas como el que se quiere aplicar, llevándolo del 8 al 17 por ciento.
Galiani, llamado en el sector «el Cerebro de la reforma», les manifestó que «el impuesto del 17% a las bebidas azucaradas tiene como objetivo una situación relacionada con la salud en particular con las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)». Para CADIBSA, «el aumento de la alícuota es discriminatorio por el trato que se le da a las economías regionales en la reforma tributaria». Para entender el tema hay que destacar que varias provincias se verán afectadas entre ellas Salta, Tucumán, Entre Ríos y Corrientes. Pero habrá otras que tienen a las embotelladores, como Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe. El enojo de los productores y embotelladoras de esas bebidas es porque desde el Gobierno se las califica como bebidas no saludables que son perjudiciales para la salud y dicen que eso no es verdad.
Hoy los representantes del Centro Azucarero de Tucumán también expresarán sus quejas al Gobierno. «La suba del impuesto interno a las bebidas azucaradas tendrá un impacto negativo para la provincia productora de azúcar como la nuestra», manifestó un industrial representantes del sector. Además, se sumarán a la protesta los productores cañeros.
«El Gobierno debe considerar que la cadena de valor de la industria de las bebidas sin alcohol tiene como primer eslabón a los productores agropecuarios de 12 provincias. y junto con la producción de azúcar, el sector demanda alrededor del 50% de la producción de naranjas y pomelos del Litoral; entre el 5% y 20% de la producción total de otras frutas como manzanas, uvas, manzanas y duraznos provenientes de Cuyo y el Alto Valle de Río Negro. A eso hay que sumarle el 80% de la molienda húmeda del maíz que se usa para la fructuosa, abastecida desde la región pampeana y central del país lo que configura un fuerte golpe las economías regionales», dijeron desde el sector. Por su parte, desde CADIBSA afirman que «se hicieron los números para poder crecer pero con este impuesto, el sector se va a contraer, y entonces las inversiones futuras se van a reducir no tienen razón de ser». Por lo tanto, aseguran, en el caso de que el Gobierno no diera marcha atrás peligrarían los anuncios de inversiones en el sector.
Desde el último martes una serie de reuniones impulsadas por el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, provocaron que el Gobierno comenzará a dejar de lado la suba de impuesto internos que pensaba aplicar al vino, al champagne y a la cerveza. No hay que descartar que a partir de su tratamiento en el Congreso el proyecto podría tener más cambios en función de la negociaciones entre el Gobierno y los principales sectores afectados.