La causa denominada «cuadernos de la corrupción» ya suma 5 empresarios arrepentidos. En esta oportunidad se trata de Armando Loson, del Grupo Albanesi, que también se acogió a la figura de «imputado colaborador» y apuntó contra exfuncionarios kirchneristas a los que, según trascendió, les entregó dinero.

Luego de que Juan Carlos De Goycoechea, de Isolux; Ángelo Calcaterra y Javier Sánchez Caballero, de IECSA; y Héctor Alberto Zabaleta, de Techint, se convirtieran en «imputados colaboradores», el empresario del Grupo Albanesi se sumó a esta partida luego de que acordara con el fiscal federal Carlos Stornelli y el juez Bonadio.

Según Loson y los cuadernos de Centeno,
el empresario entregó 
un bolso con dinero
en efectivo el 3 de julio de 2013, a
unque
no trascendió el monto. 

Durante su indagatoria, el empresario aceptó que entregó dinero a exfuncionarios del kirchnerismo. Según surge de los cuadernos confeccionados por Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta, el 3 de julio de 2013, a las 13,40 horas, el remisero, el exfuncionario y su secretario, Nelson Lazarte hacia el bajo porteño.

En esta oportunidad, Centeno no sabía hacia donde se dirigía, es por eso, quizá, que el nombre donde se estacionó se le grabó en la retina: «Albanesi«. «Hablaban de armando de Loxon [sic]», relató el exchofer de Baratta y destacó que al abandonar el vehículo subieron al piso 14, donde se encontrarían las oficinas de Loson, presidente de la empresa de su abuelo Rafael Albanesi desde hace casi 50 años

«Ingresaron por un ascensor y salieron del edificio con un bolso lleno de dinero», destacó Centeno al referirse al regreso de Baratta y Lazarte al auto, minutos más tarde. Luego siguió la «recorrida» por otros puntos de la Ciudad de Buenos Aires que terminó en Ministerio de Planificación, que en ese entonces lideraba Julio De Vido .

De todas maneras, mientras algunos empresarios prefieren acogerse a la figura de «imputado colaborador», los exfuncionarios se mantienen lejos del arrepentimiento. El único no empresario es Centeno, que admitió que quemó los cuadernos que dieron inicio a la causa, pero que decidió convertirse en el primer «arrepentido», para luego ser liberado bajo el Programa Nacional de Protección de Testigos e Imputados.

Vale destacar que esta causa investiga una presunta trama de traslado de dinero proveniente de sobornos del «club de la obra pública», el cual tenía por destino final, según relatan los cuadernos confeccionados por Oscar Centeno, exchofer de Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido, el departamento de la actual senadora en Recoleta o, bien, la Quinta de Olivos.

Por el momento, el único apuntado que aún se encuentra prófugo, al menos que se conoció, es Oscar Thomas, exdirector ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), de vacaciones en un país árabe. Es por eso que Bonadio solicitó a Interpol la captura internacional, ya que el abogado del empresario había asegurado que «no se entrega hoy ni soñando”.

Además aseguró no haber pagado ninguna coima por lo que al no haber hecho nada no tenía de que arrepentirse, haciendo referencia a los beneficios del arrepentido ofrecidos a todos los empresarios a cambio de información veráz que ayude a la Justicia a avanzar en la investigación, siendo que, según afirma Centeno, habría entregado más de U$S 1 millón.