Los parisinos volvieron a echarse a la calle 20 años después para festejar el segundo Mundial de Francia. Unos Campos Eliseos abarrotados, y con algunos incidentes, vivieron una gran fiesta para celebrar el título conseguido por el equipo de Didier Deschamps contra Croacia en Moscú.
Mientras que en muchos lugares los festejos fueron en paz, en algunas zonas de París y Marsella los hinchas se enfrentaron con la Policía, que disparó gases lacrimógenos.
Decenas de miles de parisinos decidieron ver la final en plazas y calles, siguiendo el partido por las pantallas gigantes que se instalaron en varios puntos de la ciudad. Como ya sucediera hace dos décadas en la final celebrada en el Estadio de Francia, en Saint Denis, el jubilo de los franceses se apoderó de la capital francesa.
Las campanas de Nôtre Dame sonaron para festejar el triunfo francés mientras que la emoción se adueñó del bar Carillon, uno de los que sufrieron los atentados yihadistas de 2015. “Ser campeón del mundo aquí es simbólico”, decía Benoit Bardet, un informático muy aficionado al fútbol para quien ver el partido en este lugar fue “una manera de recordar y de demostrar que París nunca morirá”.
Este domingo París vive una noche muy larga. Mañana lunes, muchos franceses faltarán o llegarán tarde a su puesto de trabajo, y no es para menos. Francia se proclamó campeona del mundo en un partido excelente y París lo ha vivido desde el minuto uno. El gol de Mandzukic en contra abría la final y desataba la alegría francesa.
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Pero fue el pitido final lo que hizo que los franceses celebraran con todo lujo el título. Todas las ciudades, celebraron el título galo en las calles y frente a los principales monumentos nacionales.
¡Así festeja #FRA! ¡Así lo gritan Les Bleus! #ChampsElysees #París #FranciaCampeónMundial pic.twitter.com/dS6n466ITp
— Marisol Gonzalez (@marisolglzz) July 15, 2018
Como contraste, en la capital y en Marsella, los festejos terminaron en algunos disturbios con la Policía, que ante las corridas y actos de vandalismo, dispararon gases lacrimógenos contra la multitud que intentó dispersarse. Un escenario similar había ocurrido luego de la victoria ante Bélgica en semifinales, cuando se produjeron choques entre hinchas y efectivos cerca de la medianoche parisina.
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Durante la noche del domingo en la capital, dejó de funcionar el servicio de metro y autobuses, mientras que 15 mil policías participaron del operativo que abarcó desde el Museo del Louvre hasta el Arco del Triunfo.
Asimismo, en otras localidades como Lyon, Nantes y Burdeos, la fiesta fue tranquila en las calles, con los bomberos incluso participando.
También en los departamentos de Ultramar miles de personas celebraron el triunfo, como es el caso de la isla caribeña de Martinica.
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