Durante la madrugada de este miércoles la policía desalojó a los trabajadores que desde hace poco más de dos meses mantenían tomada la planta de la multinacional Kimberly-Clark, en Quilmes, provincia de Buenos Aires.
A fines de septiembre la firma confirmó el cierre de la planta papelera que producía para las marcas Huggies, Kleenex, Plenitud, Scott y Kotex, en medio de un Programa de Reestructuración a nivel global.
Esto provocó que unas 200 personas y sus familias se quedaran sin empleo, aunque en medio de las negociaciones llevadas a cabo en el Ministerio de Producción y Trabajo que conduce Dante Sica, la empresa se comprometió a pagar no solo el 100% de las indemnizaciones correspondientes por ley sino también beneficios superiores.
No obstante, los trabajadores definieron en Asamblea continuar pacíficamente la toma de la planta hasta llegar a una resolución del conflicto, en reclamo por la continuidad de sus fuentes de trabajo.
Desde entonces, hubo más de seis reuniones incluyendo una mediación judicial que fracasó, ya que la compañía decidió denunciar por usurpación a los empleados.
En tanto, durante estos dos meses los trabajadores realizaron distintos actos y marchas junto a sus familias, tanto en Quilmes como en la Capital Federal. Reclaman que la planta cierra porque la compañía aplicó una política comercial errónea y luego una política de vaciamiento de la fábrica, que ellos consideran que tiene potencial y mercado para producir. Para probarlo, el 24 de noviembre pusieron nuevamente a andar las máquinas y donaron la producción a distintas instituciones como merenderos y escuelas.
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Finalmente, este miércoles a las 3 de la mañana personal de las fuerzas de seguridad ingresó armado a las instalaciones de Bernal, redujo a los trabajadores que mantenían la toma tirándolos al piso y esposándolos.
Alrededor de 17 personas permanecían detenidas en la comisaría número 8 de Quilmes, mientras que las familias y empleados se manifiestan fuera de las instalaciones. El ingreso a la planta ahora se encuentra militarizado.
Según relató a los medios Walter Relañez, delegado de los obreros de Kimberly Clark en Bernal, la policía ingresó sin orden de desalojo ni se produjo un aviso formal del juez que interviene en la causa.
«El desalojo es también ilegal porque ingresó personal armado, no se cumplió con el procedimiento. Kimberly transformó un problema gremial en uno judicial, está judicializando nuestra protesta», amplió el delegado, quien continúa reclamando que tanto el presidente electo, Alberto Fernández, como el próximo gobernador de la provincia, Axel Kicillof, reciban a los trabajadores en lucha.