La gobernadora María Eugenia Vidal instruyó a su ministro de Economía, Hernán Lacunza, para hacer recortes en el presupuesto por $1000 millones, en dos tramos desde septiembre hasta fin de año, y destinar esos recursos a contener a los sectores más golpeados por la nueva devaluación del peso.

Ayer, la gobernadora se mostró preocupada por la devaluación y sostuvo que la suba del dólar impactará en el precio de los alimentos. Así se diferenció del Jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, quien sostuvo que la crisis cambiaria “no es un fracaso económico”. A partir de eso, la mandataria impulsó esta medida para contener a los sectores sociales más vulnerables.

“Mi principal preocupación es cuanto esto se va a trasladar a la inflación, porque en alimentos les pega a quienes no llegan a fin de mes. Tenemos que hacer todo lo posible para evitarlo”, comentó ayer Vidal en Radio La Red.

En julio último, la gobernadora ya había dispuesto reasignar $318 millones dirigidos a obra pública para fortalecer a los comedores sociales. Ordenó la entrega de mil tarjetas magnéticas, con un importe de $5000 mensuales cada una, para atender a comedores comunitarios en la compra de alimentos frescos, garrafas u otros insumos de primera necesidad.

En julio, además, dispuso ampliar el programa de la copa de leche, que desde este mes llega a 394.000 beneficiarios de 60 municipios. Y una suba del 15% del programa Mas Vida, que consta de $448 pesos por beneficiario.

Anteayer, en plena corrida del dólar, Vidal visitó Fuerte Apache, en Tres de Febrero. Estuvo en un comedor comunitario y ayer visitó otro comedor en Villa Fiorito.

Más tarde, el ministro Lacunza recibió la orden de hacer los ajustes posibles para que no falten alimentos en los sectores más postergados, en particular en el conurbano, donde el índice de niños pobres alcanza al 45% de la población.

Vidal le pidió a Lacunza focalizar todo el esfuerzo en pagar salarios y programas sociales. En particular, en la asistencia a los sectores más vulnerables que son atendidos por los programas Mas Vida, Copa de Leche y los comedores escolares. Además, en la provincia hay 1100 beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo.

La resignación de recursos por $1000 millones para destinar al gasto social se hará en dos tramos: $500 millones ahora. Y otros $500 millones hacia fin de año.

La resignación de recursos por $1000 millones para destinar al gasto social se hará en dos tramos: $500 millones ahora. Y otros $500 millones hacia fin de año.

La provincia de Buenos Aires tiene programado este año un déficit de $31.000 millones y no prevé desvío superior para cubrir ayuda social. La orden es reasignar recursos, se destacó. El presupuesto de 2019 para la provincia se presentará en octubre, cuando estén las metas nacionales.