Una mujer de 33 años en silla de ruedas resultó gravemente herida cuando intentó junto a un cómplice detonar un artefacto explosivo en el mausoleo de Ramón Falcón, en el cementerio del barrio porteño de Recoleta.

Los sospechosos ingresaron al lugar disfrazados con pelucas, y cuando los efectivos los frenaron, se produjo la detonación de los cinco caños explosivos que estaban en manos de la joven.

Por esa acción, la mujer sufrió la pérdida de tres falanges y quemaduras en el rostro y brazos, y tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital Fernández por el SAME, donde permanece internada con custodia policial. Mientras que la Policía de la Ciudad arrestó a su cómplice.

El director del SAME, Alberto Crescenti, explicó que la mujer está con asistencia respiratoria mecánica, con vigilancia policial. «Tiene quemaduras graves, pérdida de tres falanges de una mano y lesiones craneofaciales», detalló. A su vez, indicó que «está con riesgo de vida».

Fuentes policiales indicaron que tras recibir un aviso por una aparente explosión por gas, la Policía de la Ciudad detectó a la mujer en silla de ruedas lesionada y pidió ayuda al SAME, tras lo cual encontró frente al mausoleo del coronel Ramón Falcón pintadas anarquistas y un caño con apariencia de artefacto explosivo y restos metálicos producto de la deflagración.

 

 

Aniversario del asesinato de Falcón

Hoy se cumple un nuevo aniversario del asesinato del jefe de la Policía de la Capital Federal, coronel Ramón Lorenzo Falcón.

El 14 de noviembre de 1909 -seis meses después de los hechos represivos de la llamada Semana Roja-, mientras Falcón regresaba del funeral de otro policía, acompañado de su secretario Juan Alberto Lartigau, en la esquina de Quintana y Callao, Simón Radowitzky, un joven anarquista de 17 años recién llegado de Ucrania, actuando solitariamente, arrojó una bomba de fabricación casera contra el carruaje en que viajaba Falcón. La bomba les estalló entre las piernas, y el jefe de la policía murió pocas horas más tarde.

Está enterrado en el cementerio de la Recoleta, en la sección 20, sobre el muro de calle Azcuénaga, en un imponente sepulcro obra del escultor León Ernest Drivier. Allí precisamente se produjo hoy la explosión que dejó graves heridas a una mujer.