Una familia de cuatro integrantes necesitó en febrero un ingreso mensual de 27.570,43 pesos para no ser pobre, una cifra que se ubicó 4,3% por encima de la de enero, según cifras difundidas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El número es $10.032 más que hace un año y $ 7.000 menos que el salario promedio de la economía.

Ese ingreso corresponde al valor de la Canasta Básica Total (CBT) conformada por los artículos de primera necesidad y alimentos.

 

En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define el nivel de indigencia, subió 5,1% en la misma comparación, y alcanzó en el segundo mes del año un costo de 11.117,11 pesos.

La inflación de febrero de acuerdo con las estadísticas oficiales fue del 3,8%, por debajo de mediciones de ambas canastas, lo cual significa que la suba de precios afectó fundamentalmente a los sectores más pobres de la sociedad.

En los últimos doce meses, la canasta total aumentó 57,2% y la básica registró un incremento del 59,1%, según el informe de la valoración mensual del costo de ambas canastas.

En el primer bimestre, la canasta básica aumentó un 8,1% y la alimentaria un 9%, y ambas subieron más que el Indice de Precios al Consumidor (IPC), que releva el INDEC, que alcanzó al 6,8% en ese periodo.

Para el relevamiento de la canasta alimentaria, el INDEC toma en cuenta los precios de los artículos que reúnen las necesidades kilocalóricas y proteicas imprescindibles para una familia, mientras que la CBT incluye adicionalmente el precio de algunos servicios.

Para un hogar de tres miembros el costo de la Canasta Básica Total se ubicó en 21.949,28 pesos y para la de cinco integrantes el costo trepó a los 28.993,03 pesos.

Según el informe de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, el costo de la CBT y la CBA porteña están ligeramente por encima de la medición del INDEC