Un hombre que había sido denunciado por violencia de género a principios de marzo y tenía una restricción perimetral, asesinó a puñaladas a su ex pareja en el lugar donde ella trabajaba, en la localidad cordobesa de Villa del Totoral.

La víctima se llamaba Denise Vergara y murió prácticamente en el acto, a pesar del esfuerzo de sus propios compañeros por salvarla y de los médicos emergentólogos que llegaron después.

De acuerdo a la reconstrucción que hicieron los investigadores, el femicida, Miguel Gutiérrez, entró al predio pasadas las 22 después de romper un alambrado perimetral en la parte trasera. Una vez que estuvo adentro, se escondió en una zona de contenedores y la esperó.

Solo tuvo que aguardar unos minutos antes de que Vergara pasara por al lado suyo junto a dos compañeras y la atacó sin piedad. Primero le pegó un golpe en la cara para desestabilizarla y después sacó un arma blanca y la apuñaló al menos 10 veces, en el tórax y en el abdomen.

Aunque Gutiérrez escapó después de matar a puñaladas a su ex mujer y madre de su único hijo, esta madrugada llamó a la policía para confesar lo que había hecho y se entregó a unos cinco kilómetros de la escena del crimen.

En medio de la conmoción, un hermano de Denise, Nicolás Vergara, contó a Télam que el ahora detenido le había advertido a su padre que le iba a entregar a su hija «en un cajón» luego de enterarse de que ella lo había denunciado por violento.

Él solía golpearla y fue su familia la que, al percatarse de lo que ocurría, la alentó a denunciarlo a la policía. «Se quebró, conversamos con ella, le dije que confiara en mí, que no tuviera miedo», contó consternado su hermano.