El síndrome del shock tóxico, que afecta a una de cada 100.000 personas -tanto hombres como mujeres-, se ha asociado desde su descubrimiento al uso de tampones y ahora parece afectar también a la reputación de otro producto para la higiene íntima femenina. Uno que se ha ganado la fama por ser una alternativa más ecológica: la copa menstrual.

La copa menstrual es un pequeño recipiente reutilizable que se inserta en la vagina durante la menstruación y que, además, tiene una vida útil de diez años. Este método se ha convertido en una alternativa económica y ecológica para las mujeres del mundo durante su periodo, teniendo en cuenta que una mujer promedio menstruará en su vida durante tres mil días, lo cual equivale al uso de más de 12.000 toallas o tampones.

Según concluye un reciente estudio realizado por la Sociedad Americana de Microbiología y la Facultad de Medicina de la Universidad de Lyon que su uso podría suponer un mayor riesgo de contraer el síndrome del shock tóxico que los tampones.

Una mujer promedio menstruará
en su vida durante tres mil días,
lo cual equivale al uso de más de
12.000 toallas o tampones.

Sin embargo, el coordinador de ginecología de HM Hospitales y vicepresidente de la sección de asistencia privada de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), Manuel Marcos Fernández, considera que «los resultados de este tipo de estudios no siempre pueden extrapolarse a la práctica clínica«. Es decir, con los casos que los especialistas ven y abordan día a día en los hospitales. También hace hincapié en «las pocas posibilidades de contraer la enfermedad» y que en los pocos casos también «influyen otros factores que no son el tampón o copa menstrual».

En su opinión, «la copa menstrual sí puede ser una buena opción para prevenir el síndrome frente a los tampones«, sobre todo por los tejidos y materiales con los que se elaboran tampones y copas hoy en día. Eso sí, es necesario mantener unas medidas básicas de higiene y manutención del producto ­­—como hervirla tras su uso—, pues «son fundamentales para prevenir el crecimiento de bacterias», según las instrucciones de uso de las copas.

Por su parte, la empresa Mooncup que produce copas menstruales advierte que, como el síndrome «está asociado al uso de dispositivos anticonceptivos intrauterinos o dispositivos anticonceptivos intravaginales, copas menstruales y tampones», en caso de notar algún síntoma es necesario extraer el producto y acudir al médico «de inmediato».