El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, condenó el régimen de Nicolás Maduro, y dijo que ha hecho que Venezuela pase de ser de una de las naciones más ricas de Suramérica a una nación desesperada.

«Aquí en Estados Unidos estamos alarmados por los nuevos llamados para adoptar el socialismo en nuestro país. Estados Unidos se fundó sobre la libertad y la independencia, nacimos libres y vamos a permanecer libres no a la dominación y al control».

El senador Marco Rubio, presente entre la audiencia del discurso, ha sido uno de los parlamentarios más activos en la causa que apunta a la recuperación de la democracia en Venezuela. Incluso hoy honró aún más ese compromiso al tener como uno de sus propios invitados al discurso de Trump, al diplomático, Carlos Vecchio, funcionario nombrado por el presidente de la Asamblea Nacional venezolana y presidente interino, Juan Guaidó.

Entre los puntos que se esperaba abordará el mandatario estadounidense, y que efectivamente tocó, se encontraron la crisis fronteriza con México. Este tema no podía faltar por las características que tuvo su campaña presidencial y cómo ha mantenido el ítem en la palestra durante su gestión.

Este es el segundo Discurso del Estado de la Unión que presenta el presidente Donald Trump, y el tercer discurso ante una sesión conjunta del Congreso. Trump debe entregar por ley una agenda legislativa. Es además de ley, una tradición.

El discurso llegó tarde por una disputa que terminó en la negación de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para realizarlo. Lo recibió una mayoría demócrata en el Congreso, y una mayoría histórica de mujeres (106 en total y 96 de ellas también demócratas).